jueves, 25 de julio de 2013

Santiago Apóstol




El 25 de Julio se celebra la fiesta de Santiago Apóstol, patrón de España. 

El apóstol Santiago, primer apóstol martir, viajó desde Jerusalén hasta Cádiz (España). Sus predicaciones no fueron bien recibidas, por lo que se trasladó posteriormente a Zaragoza. Aquí se convirtieron muchos habitantes de la zona. Estuvo predicando también en Granada, ciudad en la que fue hecho prisionero junto con todos sus discípulos y convertidos. Santiago llamó en su ayuda a la Virgen María, que entonces vivía aún en Jerusalén, rogándole lo ayudase. La Virgen le concedió el favor de liberarlo y le pidió que se trasladara a Galicia a predicar la fe, y que luego volviese a Zaragoza.

Santiago cumplió su misión en Galicia y regresó a Zaragoza, donde corrió muchos peligros. Una noche, el apóstol estuvo rezando intensamente con algunos discípulos junto al río Ebro, cerca de los muros de la ciudad, pidiendo luz para saber si debía quedarse o huir. Él pensaba en María Santísima y le pedía que rogara con él para pedir consejo y ayuda a su divino Hijo Jesús, que nada podía entonces negarle. De pronto, se vio venir un resplandor del cielo sobre el apóstol y aparecieron sobre él los ángeles que entonaban un canto muy armonioso mientras traían una columna de luz, cuyo pie, en medio de un rayo luminoso, señalaba un lugar, a pocos pasos del apóstol, como indicando un sitio determinado.

Sobre la columna, se le apareció la Virgen María. Santiago se levantó del lugar donde estaba rezando de rodillas, y recibió internamente el aviso de María de que debía erigir de inmediato una iglesia allí; que la intercesión de María debía crecer como una raíz y expandirse. María le indicó que, una vez terminada la iglesia, debía volver a Jerusalén. Santiago se levantó, llamó a los discípulos que lo acompañaban, que habían oído la música y visto el resplandor; les narró lo demás, y presenciaron luego todos cómo se iba desvaneciendo el resplandor de la aparición. En el lugar de la aparición, se levantó lo que hoy es la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, un lugar de peregrinación famoso en el mundo entero que no fue destruido en la guerra civil española (1936-1939), puesto que las bombas que se lanzaron no explotaron, pudiéndose hoy en día verse expuestas en el interior de la Basílica.

Santiago partió de España, para trasladarse a Jerusalén, como María le había ordenado. En este viaje visitó a María en Éfeso. María le predijo la proximidad de su muerte en Jerusalén, y lo consoló y lo confortó en gran manera. Santiago se despidió de María y de su hermano Juan, y se dirigió a Jerusalén, donde al poco tiempo fue hecho prisionero.

Fue llevado al monte Calvario, fuera de la ciudad. Durante el recorrido, estuvo predicando y aún fue capaz de convertir a algunas personas. Cuando le ataron las manos, dijo: "Vosotros podéis atar mis manos, pero no mi bendición y mi lengua". Un tullido que se encontraba a la vera del camino, clamó al apóstol que le diera la mano y lo sanase. El apóstol le contestó: "Ven tú hacia mí y dame tu mano". El tullido fue hacia Santiago, tocó las manos atadas del apóstol e inmediatamente sanó.

Josías, la persona que había entregado a Santiago, fue corriendo hacia él para implorar su perdón. Este hombre se convirtió a Cristo. Santiago le preguntó si deseaba ser bautizado. Él dijo que sí, por lo que el apóstol lo abrazó y le dijo: "Tú serás bautizado en tu propia sangre". Y así se cumplió más adelante, siendo Josías asesinado posteriormente por su fe.
En otro tramo del recorrido, una mujer se acercó a Santiago con su hijo ciego para alcanzar de él la curación para su hijo, obteniéndola de inmediato.

Una vez llegado al Monte Calvario, el mismo lugar donde años antes fue crucificado nuestro Señor, Santiago fue atado a unas piedras. Le vendaron los ojos y le decapitaron.
El cuerpo de Santiago estuvo un tiempo en las cercanías de Jerusalén. Cuando se desencadenó una nueva persecución, lo llevaron a Galicia (España) algunos discípulos.

Descubrimiento de la tumba del Apóstol

La tumba de Santiago Apóstol fue olvidada por más de 800 años. Bajo el reinado de Alfonso II (789-842), un ermitaño llamado Pelagio recibió en visión, conocimiento del lugar donde se encontraban los restos del Apóstol. El campo donde yacía la tumba escondida se llenó de una luz brillante y desde entonces se le conoce como "Compostela" (Campo de Estrellas).

El hallazgo de la tumba ocurre en un momento providencial. Los cristianos se encontraban abatidos bajo el imperio del Islam y la fe cristiana corría el peligro de ser erradicada. La lucha por la reconquista duró hasta el año 1492.  Ese largo período de tiempo forzó a los cristianos a una guerra de supervivencia en la que se apoyaban del auxilio del Apóstol y de la Virgen Santísima.

El obispo de Iria Flavia, Theodomir, después de investigaciones declaró que eran verdaderamente los restos y la tumba del Apóstol Santiago. El Santo Padre, León XIII, en 1884, en forma de Bula Papal confirmó que los restos en Santiago de Compostela pertenecían a Santiago Apóstol.





Santiago de Compostela lugar de Peregrinación 
 
En la edad media, todos los caminos conducían a Santiago de Compostela.   Jerusalén había sido conquistada por los moros y los cristianos no podían peregrinar allí.  Quedaban como principales lugares de peregrinación Roma y Santiago de Compostela, la cuidad, localizada en el extremo noroeste de España, y por lo tanto de Europa.

Todos los países Europeos tenían sus lugares santos, pero en Santiago, el peregrinaje llegaba a un punto culmen. Hasta la palabra peregrinación la asociaban con la cuidad de Santiago. Muchos peregrinos caminaban hacía la tumba de Santiago. La ruta a Santiago se hizo tan famosa que los pueblos y monasterios del camino adquirieron notoriedad.

Como muchas personas llegaban desde todas  partes de Europa, no existía un camino exacto.. En Francia habían cuatro lugares que se designaban como el comienzo del camino hacía Santiago de Compostela. En España, estos caminos confluían en dos principales caminos, el Camino Aragonés y el Camino Francés, siendo este último el más famoso.
 
El Camino Francés sigue el antiguo camino Romano, la Vía Traiana. Hay evidencia de que había una tradición de hacer peregrinación por este camino ya en los tiempos Romanos para llegar 80 kilómetros mas allá de Santiago de Compostela, hasta Finisterre, o el "fin de la tierra", un lugar de muchas connotaciones místicas y mitológicas.

En la actualidad siguen utilizando los caminos miles de peregrinos y, aunque las motivaciones que los mueven son diversas, es impresionante observar la devoción de muchos de ellos.  Los testimonios de conversión y gracia abundan.

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