martes, 19 de marzo de 2019

Fallece el Dr. Galat, un hombre de Dios que luchó por la verdad y el bien de las almas



Descanse en paz mi querido Dr. Galat. Ha sido y es uno de mis mayores pilares en la hora de mi conversión. Cuando me convertí, y entré en la escuela de María, nuestra Madre a uno de los primeros sitios que me llevó para que aprendiera la sana doctrina fue a su Café con Galat, hace casi ocho años, y la Iglesia era otra todavía. Quedé tan impresionada por sus conocimientos, su amor por Cristo y nuestra Bendita Madre, por la Santa Iglesia, por la Verdad, que busqué todos los cafés atrasados y me los bebí con esa sed del recién enamorado. Con el correr del tiempo, cuando fue "elegido" "Francisco", desde el primer momento, algo me hizo recelar. Al principio vi cómo por prudencia no se decía nada, pero al poco nuestro querido Dr. Galat tomo el estandarte de la Verdad y lo defendió con ardor y arrojo, con mucha valentía, pertrechado con la Biblia en una mano y el Catecismo en la otra, como solía decir, con argumentos inapelables, pues la Verdad es así. Sufrió muchos ataques, gratuitos, viscerales, pero insustanciales, sin rebatirle con argumentos.
El Señor se lo ha llevado a pocas horas de la festividad de su padre, padre y guardián de su Santa Iglesia; a otros se los lleva en otras fechas, tenemos un ejemplo reciente. Dios nos habla por medio de estos sutiles signos.
Gracias Dr. Galat, por todo lo que me ha enseñado, a mí y a tantos miles de hermanos, abriéndonos los ojos a la Verdad. Que el Señor le recompense en su Reino por su amor y su fidelidad.
Usted, Dr. Galat, si puede mirar a Cristo a la cara y decirle: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe". (II Timoteo 4:7)

Con profundo pesar, nos hacemos eco del fallecimiento del Dr. José Galat Noumer, un hombre de valentía y coraje sin igual en la defensa de la fe católica, fiel al magisterio y a la tradición.
Nacido en Sogamoso, Boyacá, Colombia, el 17 de noviembre de 1928. Catedrático y académico, fue así mismo precandidato presidencial para las elecciones 2010 por el Partido Conservador Colombiano. Ha sido también el presidente de la Universidad La Gran Colombia. No estamos hablando de un hombre cualquiera, como ustedes muy bien saben.
Hemos sabido, hace escasas horas de su fallecimiento, que nos ha dejado tristes, pues junto al Dr. Galat se ha fortalecido nuestra fe, se han puesto de relieve las verdades contenidas en el catecismo, en los documentos de la Iglesia, en el magisterio y en la verdad inmutable de nuestra santa religión.
Hombre valeroso como pocos a la hora de denunciar la invalidez del actual pontificado de Francisco,  fue de las primeras voces periodísticas que se alzó para manifestarlo con contundencia, motivo por el cual tuvo que sufrir el costo de muchas críticas al principio, aunque poco a poco se vio respaldado por muchísima gente que entendió, gracias a sus magistrales enseñanzas, todo lo que exponía en sus programas televisivos, los cuales eran seguidos por multitud de colombianos y no colombianos, a través de la difusión del programa “Un café con Galat” vía internet. En diversas ocasiones nos honraron tomando de nuestra página varios escritos que tuvieron a bien publicar en algunos de sus programas, y nosotros también subimos a la página muchos “Cafés con Galat”, lo cual demuestra nuestra sincronía de pensamiento.
Agradecemos profundamente su testimonio de vida y pedimos al Señor le tenga ya en su gloria. Nos llama la atención un hecho precioso: fallece en la víspera de San José, su patrono y patrono de la Iglesia Universal. Sin duda, Él, San José, ha querido así demostrar a todos que el Dr. Galat ha sido un amante y fiel defensor de la Santa Iglesia Católica, y que por ser el propio San José su más alto custodio, ha tenido a bien en premiar a su siervo con este hermosísimo regalo, un detalle sin duda para quienes entendemos todo lo que desde su impresionante trabajo ha realizado en pos de nuestra amada Iglesia.
Vaya nuestro pésame, desde este medio, a su esposa, sus dos hijas y hacia todos los que han trabajado codo a codo con él en el programa “Un Café con Galat”. A todos un sincero y cordial abrazo en estos momentos de dolor, de todos quienes hacemos Como Vara de Almendro.
Gracias, Dr. Galat. Le vamos a extrañar mucho y nos sentimos un poco huérfanos tras su partida.
Descanse en paz por siempre.

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