La Virgen se apareció a Bernardita, vidente de Lourdes, levantó los ojos hacia el cielo, juntó en signo de oración
las manos que tenía abiertas y tendidas hacia el suelo y le dijo a Bernardita:
“Yo soy la Inmaculada Concepción”.
La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María:
1-Nos llama a la purificación. Ser puros para que Jesús habite en nosotros.2-Nos llama a la consagración al Corazón Inmaculado de María, lugar seguro para alcanzar conocimiento perfecto de Cristo y camino seguro para ser llenos del Espíritu Santo .
Se reza del 29 de noviembre al 7 de diciembre, o del 30 de noviembre al 8 de diciembre para finalizar en el mismo día de su fiesta; aunque puede hacerse en cualquier tiempo, siempre que las necesidades espirituales o temporales así lo indiquen.
NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA
✞ Por la señal de la Santa Cruz,
✞ de nuestros enemigos,
✞ líbranos Señor Dios Nuestro.
✞ En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
✞ de nuestros enemigos,
✞ líbranos Señor Dios Nuestro.
✞ En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN Y OFRECIMIENTO
Señor mío, Jesucristo,
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío,
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido;
propongo firmemente nunca más pecar,
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos,
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos,
en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita,
que los perdonareis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio,
hasta el fin de mi vida.
Amén.
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío,
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido;
propongo firmemente nunca más pecar,
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos,
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos,
en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita,
que los perdonareis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio,
hasta el fin de mi vida.
Amén.
ORACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS
Dios
te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen
singular, Virgen soberana y perfecta, elegida por Madre de Dios y preservada
por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción: así como por
Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que por la gracia de Dios
has sido elegida para ser Madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con
su sangre.
A
ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos
confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia
de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de
pecado.
Acordaos,
Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra
dignidad y gloría, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el
género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han
acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido
desamparado. No me dejéis, pues, a mí tampoco, porque si me dejáis me perderé;
que yo tampoco quiero dejaros a vos, antes bien, cada día quiero crecer más en
vuestra verdadera devoción.
Y
alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás
pecado mortal; la segunda, un grande aprecio de la virtud cristiana, y la
tercera, una buena muerte. Además, dadme la gracia particular que os pido en
esta novena (hacer aquí la petición que se desea obtener).
REZAR
LA ORACIÓN DEL DÍA CORRESPONDIENTE
Bendita
sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa
belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día
alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
Rezar tres Avemarías.
Rezar tres Avemarías.
Tu
Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo
mundo.
OREMOS:
Oh
Dios mío, que, por la Inmaculada Concepción de la Virgen, preparaste digna
habitación a tu Hijo: te rogamos que, así como por la previsión de la muerte de
tu Hijo libraste a ella de toda mancha, así a nosotros nos concedas por su
intercesión llegar a ti limpios de pecado. Por el mismo Señor nuestro
Jesucristo. Amén.
Comenzar
con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
Oh
Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como
preservaste a María del pecado, original en su Inmaculada Concepción, y a
nosotros nos hiciste el gran beneficio de librarnos de él por medio de tu santo
bautismo, así te rogamos humildemente nos concedas la gracia de portarnos
siempre como buenos cristianos, regenerados en ti, Padre nuestro Santísimo.
Meditar
y rezar la oración final.
Comenzar
con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
Oh
Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como
preservaste a María de todo pecado mortal en toda su vida y a nosotros nos das
gracia para evitarlo y el sacramento de la confesión para remediarlo, así te
rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la
gracia de no cometer nunca pecado mortal, y si incurrimos en tan terrible
desgracia, la de salir de él cuanto antes por medio de una buena confesión.
Meditar
y rezar la oración final.
Comenzar
con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
Oh
Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como
preservaste a María de todo pecado venial en toda su vida, y a nosotros nos
pides que purifiquemos más y más nuestras almas para ser dignos de ti, así te
rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la
gracia de evitar los pecados veniales y la de procurar y obtener cada día más
pureza y delicadeza de conciencia.
Comenzar
con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
Oh
Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como
libraste a María de la inclinación al pecado y le diste dominio perfecto sobre
todas sus pasiones, así te rogamos humildemente, por intercesión de María
Inmaculada, nos concedas la gracia de ir domando nuestras pasiones y
destruyendo nuestras malas inclinaciones, para que te podamos servir, con
verdadera libertad de espíritu, sin imperfección ninguna.
Meditar
y rezar la oración final.
Comenzar
con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
Oh
Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como,
desde el primer instante de su Concepción, diste a María más gracia que a todos
los santos y ángeles del cielo, así te rogamos humildemente, por intercesión de
tu Madre Inmaculada, nos inspires un aprecio singular de la divina gracia que
tú nos adquiriste con tu sangre, y nos concedas el aumentarla más y más con
nuestras buenas obras y con la recepción de tus Santos Sacramentos,
especialmente el de la Comunión.
Meditar
y rezar la oración final.
Comenzar
con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
Oh
Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como,
desde el primer momento, infundiste en María, con toda plenitud, las virtudes
sobrenaturales y los dones del Espíritu Santo, así te suplicamos humildemente,
por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas a nosotros la abundancia
de estos mismos dones y virtudes, para que podamos vencer todas las tentaciones
y hagamos muchos actos de virtud dignos de nuestra profesión de cristianos.
Meditar
y rezar la oración final.
Comenzar
con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
Oh
Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como
diste a María, entre las demás virtudes, una pureza y castidad eximía, por la
cual es llamada Virgen de las vírgenes, así te suplicamos, por intercesión de
tu Madre Inmaculada, nos concedas la dificilísima virtud de la castidad, que
tantos han conservado mediante la devoción de la Virgen y tu protección.
Meditar
y rezar la oración final.
Comenzar
con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
Oh
Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como
diste a María la gracia de una ardentísima caridad y amor de Dios sobre todas
las cosas, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada,
nos concedas un amor sincero de ti, ¡oh Dios Señor nuestro!, nuestro verdadero
bien, nuestro bienhechor, nuestro padre, y que antes queramos perder todas las
cosas que ofenderte con un solo pecado.
Meditar
y rezar la oración final.
Comenzar
con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN
DE ESTE DÍA
Oh
Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como has
concedido a María la gracia de ir al cielo y de ser en él colocada en el primer
lugar después de Ti, te suplicamos humildemente, por intercesión de María
Inmaculada, nos concedas una buena muerte, que recibamos bien los últimos
Sacramentos, que expiremos sin mancha ninguna de pecado en la conciencia y
vayamos al cielo, para siempre gozar, en tu compañía y la de nuestra Madre, con
todos los que se han salvado por ella.
Meditar
y rezar la oración final.
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