“Rey de Reyes y Señor de Señores” (Apocalipsis 19,16).
La fiesta de Cristo Rey del Universo
El Papa Pio XI, el 11 de diciembre de 1925, instituyó esta solemnidad que cierra el tiempo ordinario. Su propósito es recordar la soberanía universal de Jesucristo. Es una verdad que siempre la Iglesia ha profesado.
El Papa Pio XI, el 11 de diciembre de 1925, instituyó esta solemnidad que cierra el tiempo ordinario. Su propósito es recordar la soberanía universal de Jesucristo. Es una verdad que siempre la Iglesia ha profesado.
Cristo es rey por derecho propio y por derecho de conquista
Por
derecho propio: lo es como hombre y como Dios. Jesucristo en cuanto
hombre, por su Unión Hipostática con el Verbo, recibió del Padre "la
potestad, el honor y el reino" (cfr. Dan. 7,13-14) y, en cuanto Verbo de
Dios, es el Creador y Conservador de todos cuanto existe. Por eso tiene
pleno y absoluto poder en toda la creación (cfr. Jn. 1,1ss).
Por
derecho de conquista, en virtud de haber rescatado al género humano de
la esclavitud en la que se encontraba, al precio de su sangre, mediante
su Pasión y Muerte en la Cruz (cfr. 1 Pe. 1,18-19).
El Padre lo puso todo en manos de su Hijo. Debemos obedecerle en todo.
No
se justo apelar al amor como pretexto para ser laxo en la obediencia a
Dios. En nuestra relación con Dios, la obediencia y el amor son
inseparables.
«El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él.» (Juan 14,21)
Los
mártires nos dan ejemplo. Prefirieron morir antes de negar a Jesús.
Muchos mártires del siglo XX en México, España, Cuba y otros lugares
murieron gritando ¡Viva Cristo Rey! También en nuestro siglo.
Ninguna persona, ni ley, ni entidad esta por encima de Dios. El
Pontífice León XIII enseñaba en la "Inmortale Dei" la obligación de los
Estados en rendir culto público a Dios, homenajeando su soberanía
universal.
Diferente
a los hombres, Dios ejerce siempre su autoridad para el bien. Quien
confía en Dios, quien conoce su amor no dejará de obedecerle en todo,
aunque algunos mandatos sobrepasen su entendimiento.
Devolverá a Nos Padre su reino, y así Dios lo será todo para todos
Hermanos:
Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos.
Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.
Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.
Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte.
Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo.
Y así Dios lo será todo para todos. (Primera carta a los Corintios 15, 20-26. 28)
Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos.
Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.
Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.
Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte.
Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo.
Y así Dios lo será todo para todos. (Primera carta a los Corintios 15, 20-26. 28)
Se sentará en el trono de su Gloria y separará a unos de otros
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Cuando
venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se
sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante Él todas las
naciones".
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
"Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque
tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui
forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y
me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme."
Entonces los justos le contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?»
Y el rey les dirá:
Entonces los justos le contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?»
Y el rey les dirá:
"Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis."
Y entonces dirá a los de su izquierda:
"Apartaos de mi, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. "
Entonces también éstos contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?"
Y él replicará:
"Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo."
Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»
(Mateo 25, 31-46)
Y entonces dirá a los de su izquierda:
"Apartaos de mi, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. "
Entonces también éstos contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?"
Y él replicará:
"Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo."
Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»
(Mateo 25, 31-46)
¡Viva Cristo Rey!
¡Alabado sea, Señor Jesús, tu nombre por siempre!
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