La limpieza religiosa que el mundo ignora:
los cristianos masacrados
en Irak y Siria
Los
terroristas del Estado islámico tomaron el control de varias ciudades
de Medio Oriente, entre ellas, Mosul, donde ya no quedan cristianos. Las
campañas en las redes sociales y el hashtag #SomosN
Por primera vez en algo más
de dos mil años, uno de los pueblos cristianos más tradicionalesno celebró misa el último domingo. Pero la noticia no trascendió más allá de los
límites en ruinas de Mosul, una de las principales ciudades iraquíes bajo el poder del Estado Islámico, el grupo
terrorista más sanguinario del que se tenga memoria.
Perseguidos
desde el primer momento, los cristianos de Mosul viven su propio calvario sin que organismos internacionales disparen
alarmas por la masacre a la que son sometidos a diario. Ni siquiera la palabra del papa
Francisco fue escuchada: "Recordemos
en nuestras oraciones a estos hermanos perseguidos".
Sin embargo, la
masacre de cristianos continúa. Y no sólo en Mosul. Ciudades enteras en Siria son
"purificadas" de cristianos al paso de este grupo terrorista. A sus fusilamientos suman decapitaciones públicas y crucifixiones en el medio de las
ciudades. Sus cuerpos inertes y sus cabezas son exhibidas en el
centro de la ciudad. Es una advertencia del horror que padecerán si
no se convierten al islam o no abandonan el pueblo.
Así como durante
el Holocausto los nazis rotulaban con una Estrella de David a los judíos para después exterminarlos, los "nazarenos" -como los
identifican despectivamente los musulmanes extremistas- son marcados con la letra "N" o "Nun" (en árabe ن) en la fachada de sus casas. Esa pintura significa una sentencia a
muerte. O la obligación de marcharse para siempre de Mosul.
Mosul
-o Nínive como se la conocía en la antigüedad- se convirtió al cristianismo entre los
siglos I y II y fue cuna de monasterios y templos sagrados que fueron foco de
civilización y cultura para Oriente. Desde entonces, los cristianos no han
dejado de ser perseguidos.
Primero sobrevivieron a la conquista musulmana del siglo
VII. Fue en esa época cuando aguantaron la persecución de kurdos y más tarde
del Imperio Otomano. Sin embargo, lo que no han podido siglos de adversidades,
lo han logrado los terroristas del Estado Islámico.
Los cristianos
de Mosul ya no se ven. Han sido expulsados o exterminados por
los yihadistasen menos de siete meses. Los terroristas los
identifican marcando sus casas con la letra árabe Nun, inicial de nazareno,
"cristiano".
Los pocos que
quedaban o se convertieron al islam, o marcharon al exilio o fueron pasados a
espada. El califa del Estado Islámico, Abu Bakr Al Bagdadi, ha impuesto en su territorio la sharía -ley islámica- y no admite más creencia que la suya. La desobediencia acarrea la pena
de muerte.
El exterminio
sistemático de cristianos en Irak y en Siria sólo despertó la indignación de organizaciones religiosas y se manifestó
en las redes sociales, sobre todo en Facebook y Twitter.
Bajo el hashtag #WeAreN (#SomosN) miles de usuarios alzan
la voz sobre una de las masacres más silenciadas de Medio Oriente. Hacen referencia a la marca mortal de la ن que abunda en Mosul. La campaña comenzó cuando la periodista Dalia Al-Aqidi llamó a sus seguidores a comentar la masacre de
cristianos bajo ese hashtag. Fue en ese momento que la "N" se
resignificó.
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