EL SEÑOR NOS PIDE QUE SEAMOS FIELES A SU PALABRA
“Dijo entonces Jesús a
los judíos que habían creído en él: Si
vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. (Juan 31, 8:31-32)
“El que tiene
mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado
por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él”. (Juan 14:21)
“Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada”. (Juan 14:23)
“Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”. (Juan 15:10)
“Porque este es el amor de Dios: que guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos”. (1ª de Juan 5:3)
“Y este es el amor: que andemos conforme a sus mandamientos. Este es el mandamiento tal como lo habéis oído desde el principio, para que andéis en él”. (2ªde Juan 1:16)
La
Virgen María ya en los Evagelios, cuando por mediación de Ella inició el Señor
su vida pública en las Bodas de Cannán, le dijo a los sirvientes: “Haced lo que
Él os diga”.
También
en las numerosas apariciones Marianas la Virgen ha seguido enseñándonos que
hemos de obedecer a su Hijo, a la Santa Iglesia, a los sacerdotes y al Papa. Pero
no es menos cierto que nos avisa de la gran Apostasía que había de venir y que
esta empezaría, y tendría su parte más grave en la cima, justo por tener tanta
responsabilidad sobre las almas a las que arrastraría al error y la perdición, y que debíamos orar mucho por ellos, pero
también combatir las herejías poniendo en medio del mundo la Verdad, la Palabra
inmutable de su querido Hijo.
“Como Apóstoles de los últimos
tiempos, debéis anunciar con valentía todas las verdades de la fe católica; proclamar con fuerza el Evangelio;
desenmascarar con decisión las herejías peligrosas, que se disfrazan de
verdades, para engañar mejor las mentes y de este modo alejar de la
verdadera fe a un gran número de hijos míos”. (Mensaje de la Santísima Virgen
María al padre Gobbi, 8 de junio de 1991).
“Por lo tanto,
hermanos, manténganse firmes y conserven fielmente las tradiciones que
aprendieron de nosotros, sea oralmente o por carta”. (2Tes 2, 15)
El Padre Paul Kramer
explicó: “El antipapa y sus colaboradores apóstatas serán, como dijo la Hermana
Lucía, partidarios del demonio, los que trabajarán para el mal sin tener miedo
de nada”.
“Y se llenó de ira el dragón contra la
mujer, y se fue a hacer la guerra al resto de su descendencia, los que guardan los mandamientos de
Diosy mantienen el testimonio de Jesús”. (Ap.12,17).
¿UN CATÓLICO PUEDE CUESTIONARSE ALGUNA AFIRMACIÓN DEL PAPA?
En
principio, bajo circunstancias normales, no, siempre que el Papa hable Ex
Cathedra está asistido por el Espíritu Santo, cuando hable personalmente es otra cosa. Se ha de observar la debida
obediencia, también, en circunstancias normales, pero siempre que la obediencia al Papa no esté reñida con la obediencia a Dios, siempre que se mantenga a la sana doctrina. En caso contrario, de seguir y obedecer a un Papa hereje, o apostata estaríamos incurriendo en desobediencia a Dios y cayendo por tanto en pecado de idolatría; aparte que todo hereje deja de ser católico per se, y ya no sería Papa ipso facto. Veamos que nos dicen los
santos:
Bula “Cum
ex apostolatus officio”, de Paulo IV: “Si en algún tiempo aconteciese que un Obispo… o
electo Pontífice Romano que antes de su promoción al Cardenalato o asunción al
Pontificado, se hubiese desviado de la Fe Católica, o hubiese caído en herejía,
o incurrido en cisma, o lo hubiese suscitado o cometido, la promoción o la
asunción, incluso si ésta hubiera ocurrido con el acuerdo unánime de todos los
Cardenales, es nula, inválida y sin ningún efecto…”.
“Santo Tomás Cayetano, O.P. Teólogo y Cardenal señala que el famoso
axioma “Ubi Petrus, ibi Ecclesia” (Donde esta Pedro esta la Iglesia) es válido
sólo cuando actúa y se comporta como un Papa, porque Pedro “está sujeto a los
deberes de la Oficio” de otra
manera, “tampoco ni la Iglesia está en él, ni él está en la Iglesia.”
“San
Roberto Belarmino, cardenal y Doctor de la Iglesia, De Romano Pontifice, II,
30: "Un papa que se manifieste hereje, por ese mismo hecho (per se) cesa
de ser papa y cabeza, así como por lo mismo deja de ser un cristiano y miembro
de la Iglesia. Por tanto, él puede ser juzgado y castigado por la Iglesia. Esta
es la enseñanza de todos los Padres antiguos, que enseñaban que los herejes
manifiestos pierden inmediatamente toda jurisdicción".
San Antonino
(1459): “En el caso en que el Papa se convirtiera en un
hereje, se encontraría, por ese solo hecho y sin ninguna otra sentencia,
separado de la Iglesia. Una cabeza separada de un cuerpo no puede, siempre y
cuando se mantenga separado, ser cabeza de la misma entidad de la que fue
cortada. Por lo tanto, un Papa que se separara de la Iglesia por la herejía,
por ese mismo hecho en sí, dejaría de ser la cabeza de la Iglesia. No puede ser
un hereje y permanecer siendo Papa, porque, desde que está fuera de la Iglesia,
no puede poseer las llaves de la Iglesia”. (Summa Theologica, citado en Actes de
Vatican I. V. Frond pub.).
“Mas respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Debemos
obedecer a Dios antes que a los hombres”. (Hechos 5:29)
NO DEBEMOS CALLAR Y SER COBARDES
S.S. León
XIII, Papa: “Retirarse ante el enemigo o callar cuando por todas partes se
levanta un incesante clamoreo para oprimir la verdad, es actitud propia o de
hombres cobardes o de hombres inseguros de la verdad que profesan. La cobardía
y la duda son contrarias a la salvación del individuo y a la seguridad del Bien
Común, y provechosas únicamente para los enemigos del cristianismo, porque la
cobardía de los buenos fomenta la audacia de los malos. El cristiano ha nacido
para la lucha”.
“Pero
los cobardes, incrédulos,
abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los
mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que
es la muerte segunda”.
“… que no os mezcléis con ninguno
que, llevando el nombre de hermano, sea fornicario, avaro, idólatra,
maldiciente, borracho o ladrón; con éstos, ni comer”. (1 Cor 5, 11).
No hay comentarios:
Publicar un comentario