"Estoy maravillado de que tan
pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir
un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban
y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del
cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea
anatema (maldito). Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno
os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema (maldito).
Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a
los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de
Cristo". (1ª de Gálatas 6-10)
Hace tres días,
Infocatólica se hacía eco de la noticia de que el cardenal Cupich pide a los católicos abandonar las creencias
más preciadas en aras al diálogo…….
Esta
noticia es para helarle la sangre a cualquier buen católico. ¿Qué ha dicho qué
cosa el cardenal Cupich? Bueno, bueno……es que esto ya no tiene por donde
cogerse. Ahora resulta que el diálogo con los herejes es más importante que
nuestra fe. ¡Mira tú!
Dice
el cardenal:
“Si los católicos quieren
participar en el «discernimiento» como lo hace el papa Francisco, deben
abandonar «las creencias más preciadas”.
Pues mire, oiga. Que
va a ser que no, como decimos castizamente en España. Y va a ser que no,
primero; porque no queremos participar del “discernimiento” que tiene
Francisco. No y no, y mil veces no. Su “fabuloso discernimiento” ha llevado a
la ruina total la Santa Iglesia de Dios, que ya estaba bastante dañada, por
cierto, y a la cual ha asestado el golpe de gracia. Y no queremos ser parte de
esa ruina, oiga. ¿Es que nos quieren tomar el pelo? Segunda cosa por la que va
a ser que no: NO VAMOS A RENUNCIAR A NUESTRAS CREENCIAS MÁS
PRECIADAS, NI EN SUEÑOS. QUÍTESELO DE LA CABEZA. La iglesia no
la organizan ni usted, ni Francisco, ni todos los que están a su alrededor. La
Iglesia es el depósito de la fe que ha llegado a nosotros a través del
Magisterio y de la Santa Tradición. Si usted, Francisco y sus grandes amiguetes
quieren ser apóstatas, adelánte, váyanse. ¡Ya están tardando! Dejen a los
católicos fieles en paz. Repito en color y en mayúsculas para que le quede
claro a Cupich y a sus secuaces, que es lo que son, terroristas de almas:
NO RENUNCIAMOS A NUESTRAS
CREENCIAS MÁS PRECIADAS:
1.-NO
RENUNCIAMOS A LA TRANSUBSTANCIACIÓN.
2.-NO
RENUNCIAMOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, MADRE DE DIOS.
3.-NO
RENUNCIAMOS A LA INDISOLUBILIDAD DEL MATRIMONIO.
4.-NO
RENUNCIAMOS A LA SACRALIDAD DE LA VIDA HUMANA DESDE SU CONCEPCIÓN HASTA SU
MUERTE NATURAL.
5.-NO
RENUNCIAMOS AL CREDO Y A LAS VERDADES QUE EN ÉL SE CONTIENEN.
6.-NO
RENUNCIAMOS A NUESTROS DOGMAS SAGRADOS.
7.-NO
RENUNCIAMOS AL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA (ANTES DE QUE SEA REVISADO POR
USTEDES, TAL Y COMO HEMOS SABIDO ESTÁN HACIENDO).
8.-NO
RENUNCIAMOS A LAS ESCRITURAS FIDEDIGNAS (YA HEMOS VISTO QUE LAS ESTÁN REVISANDO
Y ACOMODANDO A SU GUSTO Y GANA, CORTANDO LOS TROZOS “MOLESTOS”).
9.-NO
RENUNCIAMOS A LA FE QUE RECIBIMOS DE NIÑOS Y A LA QUE USTEDES TRATAN DE DAR LA
VUELTA, COMO SI FUERA UN CALCETÍN.
10.-NO
RENUNCIAMOS A NINGUNO DE LOS CONCILIOS EN ARAS DE SU MUY ESTIMADO
“AGGIORNAMENTO” QUE YA CANSA Y HASTÍA.
11.-NO
RENUNCIAMOS AL MOTU PROPRIO DE BENEDICTO XVI AUNQUE LES FASTIDIE Y MOLESTE.
12.-NO
RENUNCIAMOS AL DERECHO QUE TENEMOS COMO CATÓLICOS A DISCERNIR LO QUE ESTÁ BIEN
Y LO QUE ESTÁ MAL A LA LUZ DE LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS, A LA LUZ DEL
MAGISTERIO Y DE LA SANTA TRADICIÓN, A LA LUZ DEL CATECISMO Y DE LAS ESCRITURAS
BIEN INTERPRETADAS.
13.-NO
RENUNCIAMOS A NUESTRAS PRÁCTICAS MÁS QUERIDAS: SANTA MISA (NADA DE “SANTA
MEMORIA”), SANTO ROSARIO, VISITA AL SANTÍSIMO Y ADORACIÓN EUCARÍSTICA,
PRIMORDIALMENTE.
EN DEFINITIVA, NO RENUNCIAMOS
NI RENUNCIAREMOS A NUESTRA FE CATÓLICA ÍNTEGRA, NO ENTREGAREMOS NINGUNA DE
NUESTRAS MÁS PRECIADAS CREENCIAS, PORQUE SOMOS CATÓLICOS Y QUEREMOS VIVIR Y
MORIR EN LA UNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA IGLESIA DE JESUCRISTO.
Monseñor
Cupich dice también que:
«Se
trata de la disposición de Francisco a dejar ir lo innecesario y explorar aguas
inexploradas que le dan libertad interna, aunque inquieta a algunos»
Me
pregunto a qué “aguas inexploradas” querrá llegar Francisco. Mejor pienso que
son aguas putrefactas y malolientes. Como si a estas alturas de la Historia de
la Iglesia no haya habido tiempo de conocer y explorar todo lo que concierne a
nuestra salvación,ya que esa es la misión de la Iglesia ¿verdad o ando
confundida? Me maravilla Bergoglio que se cree el “salvador del mundo” y debe
pensar que sin su papado hubiera habido cosas “inexploradas”. Río para no
llorar…..
Sigue
Cupich:
El papado del Papa Francisco se
define por el «diálogo», que según dijo, equivale a «construir puentes». «El diálogo no es una
mala palabra, es nuestra palabra»
Pues
nada, nada. ¡Dialoguen, dialoguen con el mal! Los puentes que construyan van a
perdición, y quienes osen cruzarlos acabarán engullidos por las aguas, como los
egipcios que perseguían en el mar Rojo a los que tenían la verdad de su parte,
al Pueblo Escogido. ¡El bien siempre vence! Los malvados ya han sido
derrotados.
Prosigue
el cardenal:
Los
católicos «deben tener un cambio de corazón para que el diálogo sea exitoso y
para que se encuentre un terreno común». Deben llegar a un
entendimiento de que Jesucristo está «siempre haciendo algo nuevo»
En
pocas palabras, monseñor: según usted, somos los católicos los que debemos
“bajarnos los pantalones” sabiendo que ellos son los herejes y que la verdad la
tenemos nosotros. ¡Alucinante! Le recuerdo, querido: el único terreno común que
tenemos no hay que dialogarlo, porque ya es común. El resto es innegociable,
porque ellos no están en la verdad y Cristo es la verdad y la vida. Todo lo que
dijo permanece y permanecerá. ¿O es que se le ha olvidado que cuando rezamos
decimos: “Como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos. Amén”? Dejen de decir “bellas palabras”, y cíñanse a la verdad. Estamos
de los “puentes y del dialogo” hasta la mismísima coronilla, por favor.
La
última frase que cito de Cupich para no alargarme es de traca:
Mi
propia archidiócesis está «reconstruyendo» y «reinventando» la Iglesia a través de un proceso de
«discernimiento» y «diálogo».
Pues
muy bien, perfecto. La Iglesia, según Cupich, ya no es UNA. Ahora resulta que
gracias a la “horizontalidad” propiciada por Francisco desde los inicios de su
desastroso pontificado, cada diócesis puede “reconstruir y reinventar” su
propia idea de iglesia. Vamos, el protestantismo habillado como si fuera
catolicismo. “Yo interpreto, tú interpretas, él interpreta! ¡Yo reconstruyo, yo
reinvento…….! Yo, la verdad, alucino en colores.
Pues
nada, oiga. Sigan “reconstruyendo e inventando”, nunca mejor dicho. Inventen,
inventen, que la Iglesia verdadera ya no está con ustedes. Ustedes, como dijo
el cardenal Fulton Sheen, han creado una nueva Iglesia extravagante y vaciada
de todo contenido católico. Ya han dejado de ser católicos. ¡Dios les ayude a
ver su error antes de que sea tarde! Creo que se han olvidado de uno de
nuestros dogmas, el de la existencia del Infierno. ¿O es que, según sus
“reinventos” el infierno es una fábula?
Montse Sanmartí
Visto en Como Vara de Almendro
No hay comentarios:
Publicar un comentario