JUNIO, MES DEL SAGRADO
CORAZÓN DE JESÚS
Corazón amantísimo de Jesús digno de todo amor y de toda mi adoración;
movido por el deseo de reparar y de lavar las ofensas graves y numerosas hechas
contra ti, y para evitar que yo mismo me manche de la culpa de la
ingratitud, te ofrezco y te consagro enteramente mi corazón, mis afectos,
mi trabajo y todo mi ser.
Por cuanto son pobres mis méritos, ¡oh Jesús!, te ofrezco mis oraciones,
mis actos de penitencia, de humildad, de obediencia y de las demás virtudes que
practicaré hoy y durante mi vida entera hasta el último suspiro.
Propongo hacer todo por tu gloria, por tu amor y para consolar a tu
Corazón. Te suplico aceptes mi humilde ofrecimiento por las manos purísimas de
tu Madre y Madre mía María.
Dispón de mí y de mis cosas, Señor, según el beneplácito de tu Corazón.
Amén.
P. León Dehón
DÍA 1.- EL DIVINO
CORAZÓN DE JESÚS
¡El Corazón de Jesús! Una herida, una corona de espinas, una cruz, una
llama, "He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres". ¿Quién
nos ha dado aquel Corazón? Jesús mismo. Él nos había dado todo: su doctrina,
sus milagros, sus dones de la Eucaristía, su Madre divina. Pero el hombre
permanece todavía insensible a tantos dones. Su soberbia les hace olvidar el
Cielo, sus pasiones les hacen descender al fango. Fue entonces cuando Jesús
mismo dirigió una mirada piadosa sobre la humanidad; se apareció a su hija
predilecta, Margarita María de Alacoque, para manifestarle los tesoros de su
corazón.
DÍA 2.- FUENTE DE
SALVACIÓN
En cada página del evangelio, el Corazón de Jesús habla de la fe. Por la
fe Jesús cura las almas, sana los cuerpos y resucita a los muertos. Cada uno de
los milagros es el fruto de la fe; cada palabra suya es una incitación a la fe
La fe es necesaria como el pan que comes, como el aire que respiras. Con
la fe eres todo; sin la fe no eres nada. Con frecuencia nuestra fe es lánguida
como una llama a punto de extinguirse. Cuando en los campos, en las casas, en
las oficinas, en las tiendas, se mofan de tu fe ¿sientes el coraje de
defenderla sin sonrojarte, sin respeto humano? Cuando las pasiones te asaltan
ferozmente, ¿Te acuerdas que con un acto de fe resultas invencible porque
Dios combate por ti y contigo?
DÍA 3. -LA CORONA
DE ESPINAS
Si observas al Corazón de Jesús, pruebas un sentimiento de pena. Es
coronado de espinas, mana sangre, es traspasado su Corazón. Es el símbolo de la
vida de Jesús. Nacido en medio de sufrimientos, abraza al dolor, abraza una
cruz, la lleva al Calvario, muere crucificado.
Jesús valora el dolor y crea una escuela: "Quien quiera venir en
pos de mí, tome su cruz" (Mt.16,24). Es una frase un poco amarga, un poco
triste, pero es así. El dolor cristiano está para purificar, para santificar
las almas.
La cruz que Él te da es aquella que es buena para ti. Trata de tener
devoción a tu cruz; ámala, como la amaron los Santos, como la amó Jesús.
DÍA 4.-EL AMOR DE DIOS
Jesús te ama... y te da su Corazón, símbolo de amor. Sobre este corazón
se enciende una llama que quiere extenderse e inflamar todos los corazones.
¡Jesús te ama! He venido -dice Jesús- a traer el fuego del amor sobre la tierra
y ¿qué puedo desear sino que ese fuego se encienda?
Mírate a ti mismo. ¿Cómo correspondes al amor de Jesús? ¿Lo amas con
todo tu corazón, con todas las fuerzas?
A la mañana, cuando te despiertas, ¿tienes un pensamiento para Jesús?
¿Le rezas durante el día alguna jaculatoria?
DÍA 5.-LOS MANDAMIENTOS
DE DIOS
Jesús habló claramente: "Si me amas, guarda mis
mandamientos"¿Quieres salvarte? Observa mis mandamientos. Aquí no hay
escapatoria: para querer bien a Jesús y para salvarte, es necesario que hagas
lo que Él te manda: observar sus santos mandamientos.
A ti no te queda más que obedecer. Sí, es necesario obedecer. Pero la
obediencia debe ser completa; observarlos todos y siempre.
Dios no ha dado ni cinco, ni siete mandamientos, sino diez; y al
infierno se va lo mismo por transgredir uno que los diez. A la cárcel no se va
por cometer muchos delitos; basta un solo delito.
DÍA 6. -LA AGONÍA DEL
CORAZÓN DE JESÚS
También Jesús llora. ¿Recordáis el Huerto de los Olivos? Allí, el
Corazón de Jesús fue expuesto al dolor, al miedo, a la tristeza. Aquí Jesús te
renueva aquella triste escena. Pide adoradores, tiene sed de almas, y está
solo, abandonado, olvidado. Solo en la noche. Solo en las largas jornadas.
Siempre solo. ¿Irá quizá alguno a hacerle compañía?
Jesús vive en el sagrario y es abandonado por el hombre. Quiere ser su
comida y sufre el rechazo. Derrama por él su sangre y la derrama inútilmente.
En vano el Señor llama adoradores a su altar. En vano llama a las almas
a la comunión; pero los hombres se obstinan en vivir lejos de Él. Por eso, Él
está triste.
DÍA 7.-EL PECADO MORTAL
Jesús llora ante la muerte de su amigo Lázaro. ¿Sabes tú por qué Jesús ante
el cadáver de su amigo llora, vibra, reza?
Porque era cadáver. He aquí tu imagen cuando te duermes en el pecado. No
bastan las invitaciones del ángel custodio, las oraciones de la madre, los
consejos de los amigos, las correcciones del confesor. Queremos un milagro de
Jesús. Es Jesús mismo quien debe llorar, gritar, rezar por ti, alzar su voz. ¿Y
tú tan fácilmente te abandonas al pecado?
Con un pecado mortal pierdes todo, todo está perdido. Tú eres sensible a
todos los afectos más tiernos y delicados. ¿No sientes nada al ofender a Dios,
al ponerlo de nuevo en la cruz? Sobre tu frente está esculpida la imagen de
Dios y tú la manchas para echarla en el fango.
DÍA 8.-EL ESCÁNDALO
El corazón más dulce y más humilde de la tierra es el Corazón de Jesús.
Pero este corazón divino no puede quedar indiferente frente a la ruina de
tantas almas y es entonces cuando se conmueve y grita: ¡Ay, del mundo por los
escándalos!
Jesús trabaja por la salvación de las almas; el escándalo roba las almas
a Jesús para dárselas al demonio. Jesús muere en la cruz para redimir a los
pecadores; el escándalo hace estragos de la inocencia, destruye y arruina la
obra de la redención.
Dice San Agustín que el escandaloso sufrirá tantos infiernos como las
almas que él ha asesinado. Examínate bien. La Magdalena fue escandalosa, pero
reparó y llegó a ser santa. Haz tú lo mismo.
DÍA 9. -EL PECADO
VENIAL
En el tribunal de Anás, Jesús recibe una bofetada de un siervo y en la
humildad de su Corazón exclama: El pecado venial deliberado es una bofetada a
Jesús; no lo pone en la cruz como el pecado mortal, pero es siempre un agravio,
una injusticia, una ofensa.
¿Qué diríamos de un criado que obedeciese los mandatos del amo, pero
despreciase sus deseos y sus consejos? ¿Qué diríamos de un hijo que diese una
bofetada a su madre? Nosotros hacemos algo peor con Jesús cuando cometemos el
pecado venial.
DÍA 10.-LA MURMURACIÓN
Toma la vida de Jesús y léela a fondo: no verás en Él una palabra de
murmuración. El Sagrado Corazón es siempre Él mismo: tiene una palabra dulce
para los justos y los pecadores, una palabra de ternura para sus traidores, una
palabra de perdón para los que le crucifican. Sobre todos extiende el manto
benigno de la caridad. Por eso odia tanto la murmuración y establece una regla
especial: "No juzguéis y no seréis juzgados", dice.
En la medida con la que juzguéis a los otros, seréis juzgados. ¿Por qué
ves la mota en el ojo de tu hermano y no ves la viga en el tuyo?
DÍA 11.-EL RESPETO
HUMANO
A Jesús no le valen las medias tintas, las almas insípidas. Él quiere
cristianos solo de una pieza; tiene el corazón abierto para todos, también para
los corazones más obstinados, pero no quiere saber nada del respeto humano.
Muchas veces nos ha dicho que no podemos servir a Dios y al mundo. Él ha
hablado claro, que si queremos contentar al mundo, no estamos con Él, estaremos
en contra de Él.
Tú sabes que ciertas amistades son un continuo peligro para el alma y
comprendes que no te dejan tranquila la conciencia y no te sientes con fuerza
de romper esa triste cadena. ¿Cuántas veces no has observado los preceptos de
la Iglesia por no huir de las críticas de alguna mala lengua?
DÍA 12.-LA
CONFESIÓN
El Corazón de Jesús es un corazón de padre y como el padre está siempre
dispuesto a perdonar las culpas del hijo; el Corazón de Jesús quiere hallar el
medio con el que tú puedas encontrar siempre el perdón de tus pecados.
Le presentaron a Jesús 10 leprosos y Él les dijo: "Id a presentaros
a los sacerdotes". Ellos obedecieron y fueron curados. Jesús quiere así
prepararnos con el sacramento de la Penitencia que instituyó cuando dijo a sus
discípulos: "Recibid el espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados
les serán perdonados; a quienes se los retengáis les serán retenidos".
El mismo Concilio de Trento llama a la confesión, segunda tabla de
salvación después del naufragio. ¿Y tú no la estimas?
DÍA 13.-OCASIONES
PELIGROSAS
Hasta ahora hemos tomado del Corazón de Jesús aquellas palabras que
condenan el pecado. Ahora Jesús quiere sugerirnos también el medio con el que
podemos evitar la huida de las ocasiones peligrosas. No hay escapatoria.
¿Quieres huir del pecado? Debes necesariamente evitar las ocasiones. Reza,
confiésate, pero si no huyes de las ocasiones peligrosas todo será tiempo
malgastado. ¿Cuáles son las compañías que frecuentas? ¿Quizá se encuentran allí
personas con las que permites confidencias que hacen llorar a tu ángel
custodio? ¿Se encuentra acaso alguna persona que te insinúa dudas sobre la fe,
que susurra palabras que repugna oírlas, que te aleja de tus prácticas de
piedad?
¿Cuáles son tus diversiones? ¿Son acaso ciertos lugares donde todos
pierden la vergüenza, donde las pasiones se levantan impetuosas?
DÍA 14.-LAS TENTACIONES
Los apóstoles se acercaron un día a Jesús y le dijeron: "Maestro,
tú nos invitas siempre a orar; nosotros somos ignorantes, enséñanos tú. Y Jesús
siempre bueno, respondió": Cuando oréis hacedlo así: Padre nuestro que
estás en los cielos; y les enseñó la estupenda oración del Padre nuestro.
¿Sabes por qué Jesús quiere que oremos al Padre para no dejarnos caer en la
tentación? Porque Él sabía que el demonio nos tentaría siempre y quería que
nosotros pidiésemos la ayuda celestial para no sucumbir a la tentación. Él
mismo permitió que el demonio le tentase para darnos ejemplo.
DÍA 15. -EL VALOR DE LA
ORACIÓN
Jesús invita, recomienda, impone la oración, une a ella toda gracia,
toda bendición hasta la salvación eterna. Él mismo reza por todas partes y
siempre: en el templo, en el Huerto de los Olivos, en el monte, sobre las
aguas, en las plazas y en las sinagogas.
San Pedro corre el peligro de hundirse en las aguas y reza; la oración
lo fortifica. Marta y María piden llorando ante Jesús en la hora del dolor y la
oración las consuela.
Rezan los Apóstoles en el cenáculo y la oración hace descender al
Espíritu Santo con sus dones celestiales. Y tú, ¿cuándo rezas? ¿Sólo cuando
estás enfermo o cuando quieres que algo te salga bien?
Reza siempre porque siempre tienes necesidad de permanecer junto a tu Dios.
DÍA 16.- RESPETO A LA
IGLESIA
El celo más santo tiene sus manifestaciones más sublimes; no puedo
admitir todos los obstáculos que se interponen a la gloria de Dios. He aquí al
Corazón de Jesús encendido del celo más ardiente por la gloria del Padre; por
Él obra, por Él sufre, a Él da gracias.
¿Estás verdaderamente persuadido de que la Iglesia es en verdad la casa
de Dios, el lugar donde están los ángeles para hacer la guardia a Jesús
eucaristía, el lugar donde se manifiesta más claramente a las almas. Y si estás
plenamente convencido, ¿con qué intención te acercas a la iglesia? Déjate guiar
por el amor que Dios te tiene.
DÍA 17.- SEMBRAR OBRAS
DE BIEN
El Corazón de Jesús habló claro y fuerte: Toda la ley divina se
compendia en los mandamientos: el amor a Dios y el amor al prójimo. Sin estos
dos amores es imposible agradar al Señor, es imposible entrar en el Cielo.
Pocos comprenden bien en qué consiste el amor al prójimo. Si crees que amar al
prójimo basta con no odiarlo, no hacerle mal, sólo crees a medias. No, esto
será de buenos hombres, pero no de buenos cristianos. El amor es operativo y
debe manifestarse haciendo aquello que queremos y deseamos se nos haga a
nosotros. La prueba generosa de este amor viene dada por el ejercicio de las
obras de misericordia.
Jesús tiene como hecho a sí mismo todo lo que se hace a los pobres en su
nombre. Y cuando alguna persona está enferma, busca una media hora para visitarla,
para darle una palabra de ánimo, para consolarla en sus dolores, para animarla
a la paciencia, a la santa resignación a la voluntad de Dios.
DÍA 18.-CUIDA DE LA
JUVENTUD
El Corazón de Jesús ama a todos, pero tiene un amor especial por los
jóvenes, por los niños. "Dejad que los niños vengan a Mí". Jesús ve
alrededor de ellos a madres doloridas y llorosas. "Hijas de Jerusalén, no
lloréis por Mí, sino por vuestros hijos".
Ved cómo hoy crece parte de la juventud. Son muchos los que crecen
ligeros, vanidosos, volubles, llenos de exigencias, inclinados a la arrogancia,
a la frivolidad, a la libertad desenfrenada. Son el llanto de tantas
familias... y en ocasiones el deshonor de la casa. Padres, que vuestra
principal preocupación sea vuestros hijos.
DÍA 19.-SED
HUMILDES DE CORAZÓN
Cuando el Corazón de Jesús quiso enseñarnos algo de sí mismo, lo dijo
con una sola frase: "Aprended de Mí que soy manso y humilde de
corazón". Debe tener, pues, un gran valor esta humildad si Jesús la estimó
de tal manera hasta anteponerla a todas las demás virtudes. Él recomienda la
castidad, la caridad, la obediencia, pero ninguna de estas virtudes da el
privilegio que da a la humildad con estas palabras: "Aprended de Mí que
soy manso y humilde de corazón".
Los santos comprendieron bien esta sublime doctrina y no buscaron la
santidad sino por medio de la humildad, persuadidos de que la humildad es el
fundamento de todas las virtudes, el principio de toda gloria. La misma Virgen
confiesa haber recibido insignes favores del Señor porque Él vio " la
humildad de su esclava".
DÍA 20.-LA
CASTIDAD
El Corazón de Jesús es el emblema de la inocencia. Él quiere ser el
cordero sin mancha que se alimenta en un jardín de lirios. En su vida terrena,
Jesús escoge un precursor, mártir de la castidad; ofrece sus confidencias a un
discípulo, Juan, que es virgen. "Bienaventurados los limpios de corazón
porque ellos verán a Dios". La Iglesia amará la castidad como el ornamento
más delicado y suave de sus ministros ... y los santos la magnificarán como la
virtud angélica... creadora de los ángeles sobre la tierra
DÍA 21.-LA
MORTIFICACIÓN
Es el mandato de Jesús. Mandato duro para los cristianos débiles y
demasiado apegados a las propias comodidades. Mandato suave y dulce para
aquellas almas que sienten la belleza de la perfección, gustan las dulzuras
íntimas de la vida cristiana. "Quien quiera seguirme, debe renunciar a sí
mismo".
Para seguirle, para ser verdaderos cristianos, debemos corregir nuestros
defectos, mortificar nuestras pasiones y nuestros sentidos. El primer médico de
nosotros somos nosotros mismos.
Para conocerte bien debes hacer el examen de conciencia cada día, cuando
estás libre de ocupaciones materiales.
¿Cómo regulas tus pasiones? ¿Reina en tu corazón la soberbia, la
avaricia, la cólera, la indiferencia en hacer el bien, la envidia del bien
ajeno? Bajo la excusa de la prudencia, ¿no escondes, quizá el respeto humano?
¿Cómo mortificas tus sentidos?
DÍA 22.-LA PERSECUCIÓN
Quien más pesada, quien más ligera, todos tenemos una cruz personal que
llevar, pero no hay una común a todos; es la cruz predicha por Jesús cuando
subió al monte de las bienaventuranzas y pronunció las palabras que fueron una
verdadera revelación para sus discípulos: Dichosos vosotros cuando os ultrajen,
os persigan y mintiendo, digan de vosotros cosas malas, falsas, etc., por
mi causa. Ser perseguidos por amor a Jesús es una bienaventuranza. Alegraos
porque será grande vuestra recompensa en los cielos.
DÍA 23.-FRENTE A TANTO
MAL
Cuando San Juan Bautista desde la prisión envió a dos de sus discípulos
a Jesús para pedirle si era verdaderamente el redentor prometido. Jesús, por
toda respuesta se refirió a los frutos: "Id y referid a Juan que los
ciegos ven, los cojos andan, los muertos resucitan, los pobres son
evangelizados". Jesús quiere nuestra salvación. Él vive y obra por
nosotros; por nosotros muere en la cruz.
Siembra mucho, siembra a manos llenas el bien; no se perderá en la
tierra; fructificará siempre para el cielo.
¡Cuántos defectos en las personas que tú conoces, que tú quieres!
¡Cuántas malas inclinaciones y quizá cuántos escándalos! Tú sabes que la
caridad cristiana obliga a todos a la corrección fraterna.
DÍA 24. - ACCIONES
ÚTILES
¿Cuáles han sido los dos grandes deseos del Corazón de Jesús? La gloria
del Padre y la salvación de las almas. Por la gloria del Padre, Jesús, con doce
años, se encuentra con los doctores del templo; por su gloria recorre toda
Palestina, bendiciendo y curando, y cuando llega la hora del suplicio, alza los
ojos al cielo y reza: "Padre, yo te he glorificado en la Tierra donde he
cumplido la obra que me has confiado. Padre, yo he manifestado tu Nombre a los
hombres que me has dado. Santifícalos en la verdad. Con estas pocas palabras,
Jesús explica su gran misión: Darle mayor gloria al eterno Padre y salvar las
almas perdidas."
Proponte ofrecer cada día al Señor tus acciones y hacerlas con el único
fin de darle gloria, de agradarle.
DÍA 25. -LA PRESENCIA
DE DIOS
Escucha las exhortaciones de Jesús: "Cuando hagáis limosna recordad
que el Padre ve en lo escondido; que no sepa tu mano izquierda lo que hace la
derecha. Cuando reces, entra en la habitación y cierra la puerta pues el Padre
ve en lo secreto. Cuando ayunes, tu ayuno no se manifestará a los hombres, pero
tu Padre celestial ve todo a tu alrededor... dentro de ti. También las mínimas
cosas escondidas a los hombres no se esconden de su divina mirada. Nadie puede
penetrar en los secretos de tu corazón. Dios, sí. Cuando crees que estás solo
hay siempre un ojo que ve tus acciones, un oído que siente tus palabras, una
mano que escribe tus pensamientos. ¡Dios te ve!
DÍA 26. - DEVOCIÓN A LA
VIRGEN
Jesús antes de morir, dio su testamento. En medio de la agonía contempla
al discípulo predilecto y le dice: "He aquí a tu madre". Por su
última voluntad, María se convierte en madre de todos.
Jesús, que amaba perfectamente a su madre, se mostró siempre sometido y
obediente a ella.
Todas las gracias del Señor vienen a ti por su mediación. Y si la
estimas. ¿Cómo tratas de amarla? Un hijo que dice amar a su madre y después la
ofende no es sincero; es un mal hijo. ¿Y tú no ofendes a la Virgen con tus
faltas de amor?
DÍA 27. -EL PREMIO
FINAL
¡Qué premio tan hermoso te ha reservado el Sagrado Corazón!
Es el momento en que, el solo pensamiento hace estremecerse: el
momento de la muerte. Ante este pensamiento, el hombre tiembla, se agita; sin
embargo, debe afrontarlo con amor y con la esperanza puesta en la misericordia
de Dios.
Jesús te sonríe y quiere asegurarte la muerte santa, la muerte del
justo. Entre las promesas que hizo a Santa Margarita María quiere recordar este
punto: "Mi corazón será para todos mis devotos el seguro asilo en vida y
especialmente en el momento de la muerte".
Si quieres, pues, afrontar la muerte con la calma del justo, trata de
creer en Jesús, de vivir en Jesús. Entonces será cuando Él te dirá estas dulces
palabras: "Hoy estarás conmigo en el paraíso".
DÍA 28. -LA SANTA MISA
¡El Sagrado Corazón de Jesús se hace víctima por todos en la eucaristía!
Es el sol de la tierra. En la Misa no eres tú el que rezas, es Jesús quien reza
por ti. Es la gloria y la alabanza a la Trinidad, la alegría de los ángeles, el
camino del perdón de los pecadores, la fuerza y la gracia de los justos, el
refrigerio de las almas del Purgatorio, la alegría de los ángeles, el camino
del perdón de los pecadores, el beneficio de la Iglesia, la medicina contra las
enfermedades espirituales. San Isidro Labrador antes de irse al campo se empapaba
de este bálsamo de adoración y amor. ¿Cómo vives tú la Santa Misa?
DÍA 29. - EL SANTÍSIMO
SACRAMENTO
Una dulce palabra sale del sagrario: "Venid a mí todos los que
estáis cansados y agobiados, que yo os aliviaré". ¿Quién habla así? El
Corazón de Dios. ¿A quién habla? A la pobre criatura débil y enferma. ¿Para qué
te llama? Para ser tu fuerza, tu consuelo. Jesús se ha hecho víctima en la
Misa. Desea que tú lo recibas en la comunión. Quiere también ser visitado por
ti, quiere hablar sólo con tu corazón.
¿Cómo practicas este deseo del Sagrado Corazón? ¿Vas cuando puedes a la
iglesia a adorarlo, a ofrecerte a Él, a tomar fuerza, a hacer la comunión
espiritual? ¿Le pides perdón por tus culpas pasadas, por los pecados de tu
familia, de tus parientes? ¿Lo reparas por tantas almas ingratas, por tantos
pecadores moribundos?
DÍA 30. - LA COMUNIÓN
REPARADORA
Si quieres amar al Corazón de Jesús debes comulgar su cuerpo muy
frecuentemente. ¿No eres digno? Y para hacerla una vez al año ¿te sientes
digno? No eres perfecto. Pero la comunión no es un premio; es un medio para
llegar a la perfección. ¿Tienes muchos defectos? Para corregirlos tienes
necesidad de la comunión. No son los sanos los que tienen necesidad de
curación, sino los enfermos. ¿No sabes que la comunión borra por sí todos los
pecados veniales y preserva de los mortales?
Visto en web católico de Javier
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