Festividad:
22 de mayo
Patrona:
víctimas de abusos, personas en soledad, contra la esterilidad, enfermedades
del cuerpo, causas desesperadas y perdidas, matrimonios con dificultades,
infertilidad, viudas, padres.
ORACIÓN PARA PEDIR UN FAVOR
Santa de lo Imposible. Oh Santa Patrona
de los necesitados, Santa Rita, cuyas plegarias ante el Divino Señor son casi
irresistibles, quien por la generosidad en otorgar favores has sido llamada
Mediadora de los sin esperanza e incluso de lo Imposible; Santa Rita, tan
humilde, tan pura, tan mortificada, tan paciente y de tan compadecido amor por
Jesús Crucificado que podrías obtener de Él cualquier cosa que le pidas. A
cuenta de esto recurrimos confiados a ti, esperando, si no siempre alivio, al
menos consuelo. Se favorable a nuestra petición, mostrando el poder de Dios a
nombre de este/a suplicante, se generosa con nosotros, como lo has sido en
tantos casos maravillosos, para la más grande gloria de Dios, por la
divulgación de tu propia devoción, y por el consuelo de aquellos que confían en
ti. Prometemos, si nuestra petición es concedida, glorificar tu nombre,
informando del favor concedido, para bendecir y cantar tus alabanzas por
siempre. Confiando entonces en los méritos y poder ante el Sagrado Corazón de
Jesús, te rogamos:
(Mencione ahora su petición)
Obtén para nosotros nuestra petición:
Por
los singulares méritos de tu infancia,
Por
la perfecta unión con la Divina Voluntad,
Por
los heroicos sufrimientos durante tu vida de casada,
Por
el consuelo que experimentaste con la conversión de tu esposo,
Por
el sacrificio de tus niños antes de verlos ofender gravemente a Dios,
Por
tu milagrosa entrada al Convento,
Por
las austeras penitencias y las sangrientas ofrendas tres veces al día.
Por
el sufrimiento causado por la herida que recibiste con la espina del Salvador
Crucificado;
Por
el amor divino que consumió tu Corazón,
Por
la notable devoción al Sagrado Sacramento, con el cual exististe por cuatro
años,
Por
la felicidad con la cual partiste de tus pruebas para reunirte con el Divino
Esposo,
Por
el ejemplo perfecto que diste a la gente de cada estado de vida.
Santa de lo Imposible
Santa de lo Imposible
Oremos
Oh Dios, Quien en tu infinita ternura has sido bondadoso para escuchar la plegaria de Tu sierva, Santa Rita, y otorgas a su suplica lo que es imposible a la vista, conocimiento y esfuerzos, en recompensa de su compadecido amor y firme confianza en Tu promesa, ten piedad en nuestra adversidad y socórrenos en nuestras calamidades, que él no creyente pueda saber que Tu eres la recompensa del humilde, la defensa de los sin esperanza, y la fuerza de aquellos que confían en Ti, a través de Jesucristo, nuestro Señor. Amen
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ORACIÓN PARA LOS
CASOS DESESPERADOS
Oh poderosa Santa Rita, llamada
Abogada de los casos desesperados, socorredora en la última esperanza, refugio
y salvación en el dolor, que conduce al abismo del delito y de la
desesperación: con toda la confianza en tu celestial poder, recurro a ti en el
caso difícil e imprevisto que oprime dolorosamente mi corazón.
Dime, oh Santa Rita, ¿no me vas a
ayudar tu?, ¿no me vas a consolar? ¿Vas a alejar tu mirada y tu piedad de mi
corazón, tan sumamente atribulado? ¡Tú también sabes lo que es el martirio del
corazón, tan sumamente atribulado! Por las atroces penas, por las amargas
lágrimas que santamente derramaste, ven en mi ayuda. Habla, ruega, intercede
por mí, que no me atrevo a hacerlo, al Corazón de Dios, Padre de misericordia y
fuente de toda consolación, y consígueme la gracia que deseo (indíquese aquí la
gracia deseada). Presentada es seguro que me escuchará: y yo me valdré de este
favor para mejorar mi vida y mis costumbres, para cantar en la tierra y en el
cielo las misericordias divinas.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
ORACIÓN
Oh Dios omnipotente, que te dignaste
conceder a Santa Rita tanta gracia, que amase a sus enemigos y llevase impresa
en su corazón y en su frente la señal de tu pasión, y fuese ejemplo digno de
ser imitado en los diferentes estados de la vida cristiana. Concédenos, por su
intercesión, cumplir fielmente las obligaciones de nuestro propio estado para
que un día podamos vivir felices con ella en tu reino. Te lo pedimos por Cristo
nuestro Señor. Amén.
Feliz día, Madre querida, Virgen poderosa, Virgen Victoriosa, inseparable y dulce compañera de mi niñez, tierno relicario de mis años de inocencia! Gracias por no olvidarte de esos tus hijos que una vez, cegados por las luces del tramposo mundo, se marcharon. Gracias, María.
ResponderEliminarMe acuerdo cuando en los recreos iba a la capilla a visitarte, a contarte mis cosas y a veces llegaba sobre el timbre de regreso a clases. Te decía entonces: "Hola, María, perdoná que llego tarde..." Tengo una entrañable hermana en Vos, Virgencita, que se reía ante esta anécdota y me decía: "¡Qué raro tú llegando tarde".
Feliz día Marisol, sol