EL CAMINO: "YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA, NADIE VA AL PADRE SINO POR MÍ". (JUAN 14:6)

"BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA, Y TODO LO DEMÁS SE OS DARÁ POR AÑADIDURA". (MATEO 6:33)

"Y EN NINGÚN OTRO HAY SALVACIÓN, PORQUE NO HAY OTRO NOMBRE BAJO EL CIELO DADO A LOS HOMBRES, EN EL CUAL PODAMOS SER SALVOS". (HECHOS 4:12)

jueves, 27 de abril de 2017

Nuestra Señora de Montserrat


Virgen de Montserrat,
ruega por nosotros.

27 de abril, festividad de Nuestra Señora de Montserrat,
en homenaje a mi querida Patrona. 

La Virgen María es madre de todos los pueblos. En Cataluña, España, ella se conoce como “La Moreneta” —la Morenita— de Montserrat, quien desde las alturas de su sierra invita a todos a la santidad.

Montserrat en catalán, significa "monte aserrado". Toma su nombre por la forma de sierra de sus picos que son una formación muy original. Las piedras allí se elevan hacia el cielo.

El culto de la Virgen de Montserrat se remonta más allá de la invasión de España por los árabes. La imagen, ocultada entonces, fue descubierta en el siglo IX.

Los milagros atribuidos a la Virgen de Montserrat fueron cada vez más numerosos y los peregrinos que iban hacia Santiago de Compostela los divulgaron. 


DESCUBRIMIENTO

No se conoce el origen de la estatua. Cuenta la leyenda que San Lucas la labró con los instrumentos del taller de San José, teniendo como modelo a la misma Madre de Jesús, y que San Pedro la trasladó a Barcelona. Escondida por los cristianos, ante la invasión de los moros, en una cueva de la montaña de Montserrat, fue milagrosamente hallada en los primeros tiempos de la Reconquista y también maravillosamente dio origen a la iglesia y monasterio que se erigieron para cobijarla.

Lo que se sabe cierto es que la imagen estuvo en la iglesia de Sant Just hasta la invasión musulmana (22-04-717), en que fue retirada de la iglesia y escondida en unas montañas. Fue descubierta en el año 880 por siete pastores de Monistrol que estaban pastando sus ovejas cerca de Montserrat y descubrieron la imagen de madera en una cueva, en medio de un misterioso resplandor y cantos angelicales. Dieron noticia del suceso a su párroco, quien la hizo llegar a su superior. El obispo Gotmar de Vic, que se hallaba a la sazón en Manresa, acompañado de clérigos y caballeros, partió para Monistrol y organizó el traslado para llevarla a la catedral de Manresa (25/04/880), pero al pasar delante de cierto lugar no hubo manera de mover la imagen, lo que se interpretó como el deseo de la Virgen de permanecer allí.

Ya en el siglo IX existía una ermita en la montaña de Montserrat dedicada a honrar a la Virgen María. Así consta que el célebre padre de la Patria, Wifredo el Velloso, junto con otras tres ermitas cede ésta de Montserrat al Monasterio de Santa María de Ripoll.

Un siglo y medio después el abad Oliva, que era muy influyente en su tiempo, fundó una sencilla comunidad de monjes junto a la Ermita para darle culto a la Virgen de Montserrat. Desde esta fecha empieza el culto cada día más pujante a la Moreneta de la serra, como cariñosamente la llaman sus devotos.

Por una bula del Papa Gregorio XV, citando un breve de Clemente III (1187 – 1191), podemos afirmar que por esta época ya existía una Cofradía constituida para el culto a la imagen. En 1223 aparecen los primeros testimonios de la presencia de la escolanía.

Durante la invasión francesa, tuvo que ser escondida hasta 1810. En 1811 el monasterio volvió a ser atacado y la imagen fue nuevamente trasladada, esta vez oculta dentro de una caja de madera. En 1822 fue devuelta a Barcelona y colocada en su templo dos años más tarde. Durante la quema de conventos de 1835 la Virgen fue salvada otra vez y cuidada durante nueve años en la zona de El Bruc. A lo largo de la Guerra Civil tuvo que ser ocultada de nuevo.

En 1947 la santa imagen fue colocada en su nuevo trono, costeado por suscripción popular, y expuesta a la veneración de los fieles, suprimidos definitivamente los vestidos postizos, en su forma original.

Como vemos el culto a Santa María en Montserrat queda concretado bien pronto en esta antigua imagen, la misma que veneramos hoy.

Techo del camerín de la Virgen


DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN

La virgen es de talla románica de madera. Casi toda la estatua es dorada, excepto la cara y las manos de la Virgen y del Niño. Estas partes tienen un color entre negro y castaño. A diferencia de muchas estatuas antiguas que son negras debido a la naturaleza de la madera o a los efectos de la pintura original, el color oscuro de Ntra. Sra. de Montserrat se le atribuye a las innumerables velas y lámparas que durante siglos se han encendido ante la imagen día y noche. En virtud de esta coloración, la Virgen está catalogada entre las vírgenes negras. Por esto la llaman por cariño La Morenita. La estatua goza de gran estima como un tesoro religioso y por su valor artístico. 

La estatua está sentada y mide 95 cm., un poco más de tres pies de altura. De acuerdo con el estilo románico, la figura es delgada, de cara alargada y delicada expresión. Una corona descansa sobre la cabeza de la Virgen y otra adorna la cabeza del Niño Jesús, que está sentado en sus piernas. Tiene un cojín que le sirve de banquillo o taburete para los pies y ella está sentada en un banquillo de patas grandes, con adornos en forma de cono.

El vestido consiste en una túnica y un manto de diseño dorado y sencillo. La cabeza de la Virgen la cubre un velo que va debajo de la corona y cae ligeramente sobre los hombros. Este velo también es dorado, pero lo realzan diseños geométricos de estrellas, cuadrados y rayas, acentuadas con sombras tenues. La mano derecha de la Virgen sostiene una esfera, mientras la izquierda se extiende hacia adelante con un gesto gracioso. El Niño Jesús está vestido de modo similar, por supuesto, con excepción del velo. Tiene la mano derecha levantada, dando la bendición, y la izquierda sostiene un objeto descrito como un cono de pino.

La estatua está ubicada en lo alto de la pared de una alcoba que queda detrás del altar principal. Directamente detrás de esta alcoba y de la estatua se encuentra un cuarto grande, llamado el Camarín de la Virgen. Este camarín puede acomodar a un grupo grande de personas, y desde ahí se puede rezar junto al trono de la Stma. Madre. A este cuarto se llega subiendo una monumental escalera de mármol, decorada con entalladuras y mosaicos.


Monasterio de Montserrat

RECONOCIMIENTOS

Fue la primera Virgen española coronada canónicamente, el 11 de septiembre de 1881. El Papa León XIII la declaró Patrona de Cataluña.

La antigua ermita fue cedida al monasterio de Santa María de Ripoll por Wilfredo el Velloso, héroe aragonés de la Reconquista que allí yace enterrado tras perecer en lucha contra los árabes durante la defensa de Barcelona.

Después de que el abad Oliva fundara una orden de monjes junto al pequeño oratorio, la devoción por La Moreneta se difundió por otras comarcas siguiendo la ruta de los ejércitos aragoneses. España convirtió a La Moreneta en la Virgen Imperial que patrocinaría todas sus empresas. Tales fueron los milagros que Nuestra Señora de Montserrat prodigó a los fieles que Alfonso X el Sabio le dedicó seis de sus Cantigas.

La devoción a la Virgen de Montserrat adquiere, sobre todo a partir del siglo XVI, un alcance universal. Fue la Virgen del reino de Aragón, cuya devoción se extendió por toda Europa, así, por ejemplo, en Italia se han contado más de ciento cincuenta iglesias o capillas dedicadas a la Virgen de Montserrat. Bajo su advocación se erigieron algunas de las primeras iglesias de México, Chile y Perú, y con el nombre de Montserrat han sido bautizados monasterios, pueblos, montes e islas en América.


Ampáranos y guíanos hacia el cielo, Madre.


VISITADA POR TODOS

Entre los santos que visitaron el lugar venerado se encuentran S. Pedro Nolasco, S. Raymundo de Peñafort, S. Vicente Ferrer, S. Francisco de Borja, S. Luis Gonzaga, S. José de Calasanz, S. Antonio María Claret y S. Ignacio de Loyola, que, siendo aún caballero, se confesó con uno de los monjes y pasó una noche orando ante la imagen de la Virgen. A unas cuantas millas queda la población de Manresa, un santuario de peregrinación para la Compañía de Jesús, la orden Jesuita fundada por San Ignacio, allí se encuentra la cueva en donde el Santo se retiró del mundo y escribió sus Ejercicios Espirituales.

Se acostumbre visitar a la Virgen en su santuario en aniversarios, jubileos y fiestas familiares. Existe un refrán que dice que un hombre no está bien casado sino hasta que lleva a su esposa a Montserrat.

Las estimaciones calculan que el número de visitantes anuales excede a un millón, que es una cifra estupenda si se tiene en cuenta que la montaña no está situada cerca de carreteras que desemboquen en ciudades importantes, sino que está apartada, haciendo de la visita o peregrinación casi un inconveniente premeditado.


Interior de la Abadía de Montserrat


CUSTODIADA POR LA COMUNIDAD BENEDICTINA

Existe evidencia histórica de que en el año 888 fue establecida en Montserrat una capilla dedicada a la Madre de Dios. Doscientos años más tarde, en 1025, unos monjes Benedictinos establecieron un monasterio allí y se hicieron cargo del santuario y de brindar hospitalidad a los miles de visitantes que viajan allá cada mes para honrar la antigua estatua de Ntra. Señora.

La comunidad benedictina está actualmente integrada (1998) por unos ochenta monjes. Está dedicada a la oración y al servicio del santuario desde hace casi mil años. Se puede participar en los actos religiosos: la misa conventual (11h.) y las vísperas (18:45h.).

Además de los monjes viven en Montserrat los Escolans, el coro de niños cantores más antiguo de Europa. Se les puede escuchar cada día la Salve y el Virolai (13h.), y un motete después de las vísperas.

El Virolai es el sentido himno que los catalanes le cantan a la Madre de Dios. El estribillo dice: Rosa de abril, Morena de la sierra, de Montserrat estrella, iluminad la catalana tierra; guiadnos hacía el cielo, guiadnos hacía el cielo… Así sea, Madre querida.

VIROLAI 

Rosa de abril, Morena de la sierra, 
de Montserrat estrella, 
iluminad la catalana tierra; 
guiadnos hacía el cielo. (Estribillo)
Con sierra de oro los angelitos serraron
esas colinas para haceros un palacio;
Reina del Cielo que los Serafines bajaron,
danos abrigo en vuestro manto azul.

(Estribillo)
Alba naciente de estrellas coronada,
Ciudad de Dios que soñó David,
a vuestros pies la luna es puesta,
El sol sus rayos os da por vestido.
(Estribillo)
De los catalanes siempre seréis Princesa, 
de los españoles Estrella de Oriente, 
sed por los buenos pilar de fortaleza, 
por los pecadores el puerto de salvamento.
 (Estribillo)

Dad consuelo a quien la patria añora 
sin ver jamás la cima de Montserrat; 
en tierra y mar oíd a quien os implora, 
devolved a Dios los corazones que lo han dejado. 
(Estribillo)

Mística fuente del agua de la vida, 
manad del cielo al corazón de mi país; 
dones y virtudes dejadle por florecida; 
hacedle, por favor, vuestro paraíso. 
(Estribillo)
¡Dichosos ojos, María, los que os ven! 
¡dichoso el corazón que se abre a vuestra luz! 
Rosa del cielo que los Serafines rodean, 
a mi oración dad vuestro perfume. 
(Estribillo)
Cedro gentil del Líbano corona, 
Árbol de incienso, Palmera de Sion, 
el fruto sagrado que vuestro amor nos da 
es Jesucristo, el redentor del mundo. 
(Estribillo)

Con vuestro nombre empieza nuestra historia, 
y es Montserrat nuestro Sinaí; 
siendo para todos la escalera de la Gloria 
estos peñascos cubiertos de romero. 
 (Estribillo)
Letra de Mossen Jacinto Verdaguer



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