EL CAMINO: "YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA, NADIE VA AL PADRE SINO POR MÍ". (JUAN 14:6)

"BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA, Y TODO LO DEMÁS SE OS DARÁ POR AÑADIDURA". (MATEO 6:33)

"Y EN NINGÚN OTRO HAY SALVACIÓN, PORQUE NO HAY OTRO NOMBRE BAJO EL CIELO DADO A LOS HOMBRES, EN EL CUAL PODAMOS SER SALVOS". (HECHOS 4:12)

martes, 26 de julio de 2016

Crece el rechazo a "Amoris Laetitia"


Cada vez más se alzan voces cualificadas, voces de cardenales, obispos y más de cuarenta profesores de teología, que ya se han sumado a la de algunas organizaciones de laicos comprometidos pro-vida y pro-familia, señalando los graves errores doctrinales que contiene el documento “Amoris Laetitia” y pidiendo su retirada.
Muchos católicos tienen el pensamiento errado de que no debemos juzgar, pero esto no es así.  Debemos juzgar justamente, y hay pasajes del Evangelio que así lo testifica y el Magisterio de la Iglesia también confirma este punto.

“Os escribí en la carta que no tuvieseis trato con los fornicarios.

No digo con los fornicarios de este mundo en general, o con los avaros, ladrones o idólatras, pues entonces tendríais que salir del mundo.

Mas lo que ahora os escribo es que no tengáis trato con ninguno que, llamándose hermano, sea fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con ese tal ni siquiera toméis bocado pues ¿qué tengo yo que juzgar a los de afuera? ¿No es a los de adentro a quienes habéis de juzgar?

A los que son de afuera los juzgará Dios: “Quitad al malvado de en medio de vosotros”.
¿Se atreve alguno de vosotros, si tiene pleito con otro, a acudir a juicio ante los inicuos, y no ante los santos?1847 ¿No sabéis acaso que los santos juzgarán al mundo? Y si por vosotros el mundo ha de ser juzgado, ¿sois acaso indignos de juzgar las cosas más pequeñas?1848 ¿No sabéis que juzgaremos a ángeles? ¡Cuánto más unas cosas temporales!”.
Notas al pie de página
1844 9. Esa carta no se encuentra entre los libros canónicos y se la considera perdida (cf. Col. 4, 16 nota), aunque algunos, como el Crisóstomo, pensaban que se trataba de la Epístola presente.
1845 11. Llamándose hermano: Los que son sólo cristianos de nombre, perjudican a la Iglesia más que los paganos. Por lo tanto, no debemos tener trato con ellos. Véase las severas normas dadas en Col. 3, 14; 2 Ts. 3, 6 y 14; 2 Jn. 10.
1846 12 s. Gran lección de humildad colectiva, para que no queramos ver siempre el mal fuera de nuestra comunidad. Véase Lm. 3, 42 y nota. Quitad al malvado, etc. (v. 13): es una cita de Dt. 13, 5. Nótese que no es el caso de la cizaña, la cual no debe arrancarse hasta la siega (Mt. 13, 29 s.). La cizaña está en el campo del mundo (Mt. 13, 38), mientras que S. Pablo habla aquí de los que se dicen discípulos de Cristo, en la red (Mt. 13, 47 ss.). En el v. 10 nos dice claramente que no se trata de los del mundo, sino que su severidad se refiere a los nuestros. Cf. 1 Tm. 5, 20.
1847 1. El Apóstol entiende por inicuos a los paganos (cf. v. 9), y llama santos a todos los verdaderos cristianos (cf. 1, 2 y nota). Deberían avergonzarse de ir en busca de jueces paganos en vez de escoger como tales a hermanos cristianos.
1848 2 s. He aquí una de las más estupendas promesas divinas: los santos juzgarán al mundo y a los ángeles. Así lo comentan S. Crisóstomo, Teofilacto, Teodoreto, S. Ambrosio, S. Anselmo y otros expositores antiguos. Fundándose tanto en estos testigos de la tradición, como en el contexto, que habla del establecimiento de un juicio en sentido literal, se dirige Cornelio a Lapide contra los que intentan diluir la promesa en una alegoría y expone que en aquel día del Señor los apóstoles y los que todo lo despreciaron por amor a Cristo estarán sentados más cerca del divino Juez, en calidad de príncipes y asesores del Reino. Más o menos explícitamente se encuentra la misma enseñanza consoladora en Sb. 3, 8; Dn. 7, 9 y 22; Lc. 19, 17 ss.; 22, 30; Judas 14; Ap. 3, 21; 20, 4; etc. Cf. Didajé 10, 7. El P. Sales, con Fillion y otros, considera esto como una extensión de la promesa hecha por Jesús a los apóstoles (Mt. 19, 28 y nota), “a todos los cristianos que hayan vivido su vocación”, si bien es de observar que allí se habla de doce tronos y de las tribus de Israel, en tanto que en otros lugares se habla de juzgar a las naciones (véase Ap. 2, 26 s.). De todas maneras, vemos que S. Pablo levanta aquí buena parte del velo que cubre los Novísimos, como lo hace también en 15, 23; 15, 51; 1 Ts. 4, 12 ss.; 2 Ts. 2, 3 ss.; Rm. 11, 23 ss., etc., penetrando resueltamente en el campo de la profecía escatológica. De todo esto se sigue que aquel “día” en que Dios juzgará a la Humanidad y formará “nuevos cielos y nueva tierra” (2 Pe. 3, 13), no ha de medirse con el reloj humano, sino que, como observa S. Agustín, será uno de aquellos de que habla S. Pedro (2 Pe. 3, 8) y cabrán en él muchas cosas que nos son todavía oscuras.

1ªCorintios 5: 9-13; 1ª Corintios 6: 1-3.
Fuente: Biblia Straubinger


“Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema (maldito). Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema (maldito). Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo”. (1ª de Gálatas 6-10)
“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. (Juan 31, 8:31-32)

“El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él”. (Juan 14:21)

Por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y conserven fielmente las tradiciones que aprendieron de nosotros, sea oralmente o por carta”. (2Tes 2, 15)

¿Un católico puede cuestionarse alguna afirmación del Papa?

Bula “Cum ex apostolatus officio”, de Paulo IV: “Si en algún tiempo aconteciese que un Obispo… o electo Pontífice Romano que antes de su promoción al Cardenalato o asunción al Pontificado, se hubiese desviado de la Fe Católica, o hubiese caído en herejía, o incurrido en cisma, o lo hubiese suscitado o cometido, la promoción o la asunción, incluso si ésta hubiera ocurrido con el acuerdo unánime de todos los Cardenales, es nula, inválida y sin ningún efecto…”.

“Santo Tomás Cayetano, O.P. Teólogo y Cardenal señala que el famoso axioma “Ubi Petrus, ibi Ecclesia” (Donde esta Pedro esta la Iglesia) es válido sólo cuando actúa y se comporta como un Papa, porque Pedro “está sujeto a los deberes de la Oficio” de otra manera, “tampoco ni la Iglesia está en él, ni él está en la Iglesia.”

“San Roberto Belarmino, cardenal y Doctor de la Iglesia, De Romano Pontifice, II, 30: "Un papa que se manifieste hereje, por ese mismo hecho (per se) cesa de ser papa y cabeza, así como por lo mismo deja de ser un cristiano y miembro de la Iglesia. Por tanto, él puede ser juzgado y castigado por la Iglesia. Esta es la enseñanza de todos los Padres antiguos, que enseñaban que los herejes manifiestos pierden inmediatamente toda jurisdicción". 
San Antonino (1459): “En el caso en que el Papa se convirtiera en un hereje, se encontraría, por ese solo hecho y sin ninguna otra sentencia, separado de la Iglesia. Una cabeza separada de un cuerpo no puede, siempre y cuando se mantenga separado, ser cabeza de la misma entidad de la que fue cortada. Por lo tanto, un Papa que se separara de la Iglesia por la herejía, por ese mismo hecho en sí, dejaría de ser la cabeza de la Iglesia. No puede ser un hereje y permanecer siendo Papa, porque, desde que está fuera de la Iglesia, no puede poseer las llaves de la Iglesia” (Summa Theologica, citado en Actes de Vatican I. V. Frond pub.).

“Mas respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres”. (Hechos 5:29)


No hay comentarios:

Publicar un comentario