NOVENA
A DON BOSCO
Se reza del 22 al 30 de enero, aunque esto no priva de
hacerla siempre que lo pida la devoción o lo dicte la necesidad.
Oraciones
comunes para todos los días
ORACIÓN
PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Te damos gracias, Señor,
por Juan Bosco. Le diste un corazón lleno de amor y tan dilatado como las
orillas de los mares. En él, millares de hombres y mujeres han podido descubrir
que eres tú, Dios del amor, el que estás presente como origen, fuente y meta de
todo.
Te damos gracias, Señor,
porque has visitado a tu Iglesia con hombres santos como Juan Bosco. Él ha
encendido una llama y otros la conservan prendida, para que en el mundo los
jóvenes y los niños vean y sientan tu presencia de Dios cercano, de Dios amigo.
Te damos gracias, Señor,
por Juan Bosco, padre y maestro de la juventud, profeta de la educación en los
tiempos nuevos, amigo entrañable de los jóvenes, que decía: “Me basta que seáis
jóvenes para que os quiera”. Bastan testigos así para que muchos creamos que Tú
eres el Dios del amor. Amén.
Rezar
a continuación la oración del día que corresponda.
ORACIONES
FINALES PARA TODOS LOS DÍAS PARA PEDIR UNA GRACIA
Oh Don Bosco Santo, cuando
estabas en esta tierra no había nadie que acudiendo a ti, no fuera, por ti
mismo, benignamente recibido, consolado y ayudado. Ahora en el cielo, donde la
caridad se perfecciona ¡cuánto debe arder tu gran corazón en amor hacia los
necesitados! Mira, pues, mis presentes necesidades y ayúdame obteniéndome del
Señor… (Pídase la gracia).
También tú has
experimentado durante la vida las privaciones, las enfermedades, las
contradicciones, la incertidumbre del porvenir, las ingratitudes, las afrentas,
las calumnias, las persecuciones y sabes qué cosa es sufrir.
Por eso, oh Don Bosco
Santo, vuelve hacia mí tu bondadosa mirada y obtenme del Señor cuanto te pido,
si es ventajoso para mi alma; o si no, alcánzame alguna otra gracia que me sea
aún más útil, y una conformidad filial a la divina voluntad en todas las cosas,
al mismo tiempo que una vida virtuosa y una santa muerte. Amén.
ORACIÓN
A SAN JUAN BOSCO
“Padre y Maestro de la juventud,
San Juan Bosco, que, dócil a los dones del Espíritu y abierto a las realidades
de tu tiempo fuiste para los jóvenes, sobre todo para los pequeños y los
pobres, signo del amor y de la predilección de Dios.
Se nuestro guía en el
camino de amistad con el Señor Jesús, de modo que descubramos en Él y en su
Evangelio el sentido de nuestra vida y la fuente de la verdadera felicidad.
Ayúdanos a responder con
generosidad a la vocación que hemos recibido de Dios, para ser en la vida
cotidiana constructores de comunión, y colaborar con entusiasmo, en comunión
con toda la Iglesia, en la edificación de la civilización del amor.
Obtennos la gracia de la
perseverancia al vivir una cota alta de vida cristiana, según el espíritu de
las bienaventuranzas; y haz que, guiados por María Auxiliadora, podamos
encontrarnos un día contigo en la gran familia del cielo. Amén”.
Oraciones para cada día de la novena.
DÍA
PRIMERO
¡Oh Don Bosco Santo! Por
el amor ardiente que tuviste a Jesús Sacramentado y por el celo con que propagaste
su culto, sobre todo con la asistencia a la Santa Misa, con la Comunión
frecuente y con la visita cotidiana; alcánzanos la gracia de crecer cada vez
más en el amor y práctica de tan santas devociones, y de terminar nuestros días
fortalecidos y confortados por el celestial alimento de la Divina Eucaristía.
Padrenuestro, avemaría y
gloria.
DÍA
SEGUNDO
¡Oh Don Bosco Santo! Por
el amor ternísimo que tuviste a María Auxiliadora, vuestra Madre y Maestra;
alcánzanos una verdadera y constante devoción a tan dulcísima Madre, a fin de
que, como hijos suyos devotísimos, podamos merecer su valioso patrocinio en
esta vida y de un modo especial en la hora de nuestra muerte.
Padrenuestro, avemaría y
gloria.
DÍA
TERCERO
¡Oh Don Bosco Santo! Por
el amor filial que tuviste a la Santa Iglesia y al Sumo Pontífice, a quien
defendiste constantemente; alcánzanos la gracia de ser siempre dignos hijos de
la Iglesia Católica, y de amar al Papa y venerar en él al Infalible Vicario de
Nuestro Señor Jesucristo.
Padrenuestro, avemaría y
gloria.
DÍA
CUARTO
¡Oh Don Bosco Santo! Por
el amor grande con que amaste a la Juventud y le hiciste de Padre y Maestro, y
por los heroicos sacrificios que sobrellevaste por su salvación; haz que
también nosotros amemos con un amor santo y generoso a esta porción elegida del
Sagrado Corazón de Jesús, y que en todo joven contemplemos la persona adorable
de nuestro divino Salvador.
Padrenuestro, avemaría y
gloria.
DÍA
QUINTO
¡Oh Don Bosco Santo! Tú
que a fin de continuar y extender siempre más tu santo apostolado, fundaste la
Sociedad Salesiana y el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora; haz que
los miembros de estas dos Familias Religiosas estén siempre llenos de tu
espíritu y sean fieles imitadores de tus heroicas virtudes.
Padrenuestro, avemaría y
gloria.
DÍA
SEXTO
¡Oh Don Bosco Santo! Tú
que a fin de obtener en el mundo más abundantes frutos de fe práctica y
ternísima caridad, instituiste la Unión de los Cooperadores Salesianos; haz que
éstos sean siempre modelos de las virtudes cristianas y providenciales
ayudantes de tus obras.
Padrenuestro, avemaría y
gloria.
DÍA
SEPTIMO
¡Oh Don Bosco Santo! Tú
que amaste con amor inefable a todas las almas, y que para salvarlas enviaste a
tus hijos hasta los últimos confines de la tierra; haz que también nosotros
pensemos continuamente en la salvación de nuestras almas y cooperemos con todos
los medios posibles a salvar tantos pobres hermanos nuestros.
Padrenuestro, avemaría y
gloria.
DÍA
OCTAVO
¡Oh Don Bosco Santo! Tú
que amaste con un amor de predilección la bella virtud de la pureza, y la
inculcaste con el ejemplo, con la palabra y con los escritos; haz que también
nosotros, enamorados de tan indispensable virtud, la practiquemos
constantemente y la difundamos con todas nuestras fuerzas.
Padrenuestro, avemaría y
gloria.
DÍA
NOVENO
¡Oh Don Bosco Santo! Tú
que fuiste siempre tan compasivo hacia las humanas desventuras, dirige una
mirada hacia nosotros tan necesitados de tu auxilio. Haz descender sobre
nosotros y sobre nuestras familias las maternales bendiciones de María
Auxiliadora; alcánzanos todas aquellas gracias espirituales y temporales que
necesitamos: intercede por nosotros en vida y en muerte, a fin de que podamos
cantar eternamente las divinas misericordias en el Paraíso Celestial. Así sea.
Padrenuestro, avemaría y
gloria.
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