EL CAMINO: "YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA, NADIE VA AL PADRE SINO POR MÍ". (JUAN 14:6)

"BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA, Y TODO LO DEMÁS SE OS DARÁ POR AÑADIDURA". (MATEO 6:33)

"Y EN NINGÚN OTRO HAY SALVACIÓN, PORQUE NO HAY OTRO NOMBRE BAJO EL CIELO DADO A LOS HOMBRES, EN EL CUAL PODAMOS SER SALVOS". (HECHOS 4:12)

miércoles, 23 de septiembre de 2020

Revelaciones de Jesucristo al Padre Pío


Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo al Padre Pío de Pietrelcina
(P.H. de FD. Transcripción Febrero del 2013)

Este es un extracto de una carta personal escrita por el Padre Pío (Sacerdote Capuchino estigmatizado) en 1950, dirigida a la Comisión de Heroldsbach, indicada por el Vaticano, el cual testifica la verdad y realidad de estas revelaciones dadas por Nuestro Señor Jesucristo al Padre Pío; la cual nos avisa del inminente castigo a la humanidad.

Habrá gente que razone que no sucederá lo predicho en ésta profecía, debido al tiempo transcurrido desde la fecha en que fue dado este mensaje hasta el día de hoy, y porque aún el castigo no ha llegado. Pero no es así; solo Dios sabe el tiempo.

Al respecto bástenos saber lo que nos dice San Pedro en la Sagrada Biblia (II Pedro, cap. 3, v. 2 al 12):

"...para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando en sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en el agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. Más, oh amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡Como no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos siendo quemados, se fundirán! "
P.H. de FD.




Extracto del mensaje revelado por Nuestro Señor Jesucristo
 al Padre Pio de Pietrelcina.

... "Perseverad en la oración para que el adversario no tenga dominio sobre vos. Decid al pueblo que esté preparado en todo momento porque Mi juicio caerá sobre ellos repentinamente y cuando menos lo esperen. Nadie escapará de Mi mano, los encontraré a todos. Protegeré al justo."

"Observad el sol, la luna y las estrellas de los cielos y cuando aparezcan indebidamente alterados y revueltos, debéis saber que no está lejano el día. Permaneced unidos en la oración y vigilantes hasta que el ángel de la destrucción haya pasado de vuestras puertas. Rogad para que esos días sean acortados."

"Una y otra vez he avisado a los hombres y a menudo les he dado oportunidades especiales para volver al verdadero camino, pero ahora la perversidad ha alcanzado su punto máximo y el castigo no puede aplazarse por más tiempo.

Decid a todos los hombres que ha llegado el tiempo en que todas estas cosas se cumplirán. Mi bien amado, tened confianza que estoy entre vosotros.

Mi reino será glorificado, y Mi nombre será bendito desde la salida del sol hasta la puesta y Mi reino no tendrá fin.

Rogad, haced reparación, sed fervientes y mortificados. Muchas cosas están en peligro. Rogad..."

"Los hombres corren hacia el abismo del infierno, dedicados a las diversiones y a pasarlo bien, como si fueran a un baile de máscaras o a las fiestas de una boda del mismo diablo.

La medida del pecado está colmada y el día de la venganza, con sus terroríficos sucesos, está cerca, más cerca de lo que os podéis imaginar, y el mundo duerme en una falsa seguridad.

El juicio Divino los golpeará como una descarga de rayos. Éste pueblo sin Dios y perverso será destruido sin piedad como los habitantes de Sodoma y Gomorra de la antigüedad. Sí, Yo os digo que su perversidad no fue tan grande como la de los seres humanos actuales."

"Mantened las ventanas bien cubiertas. No miréis fuera. Encended una vela bendita que bastará para muchos días. Rezad el Rosario, leed libros espirituales y haced actos de amor que tanto Nos agradan. Rezad con los brazos extendidos o postrados sobre el suelo de manera que se puedan salvar muchas almas.

No salgáis de casa. Haced acopio de alimentos. ¡Se desatarán las fuerzas de la naturaleza y una lluvia de fuego hará temblar de miedo a las gentes! Tened valor, estoy entre vosotros."

"Cuidad de los animales en esos días. Soy el Creador y preservador de todos los animales, así como del hombre. Os daré de antemano algunos signos para que en ese tiempo pongáis más alimento delante de los animales. Preservaré la propiedad del escogido, incluyendo los animales, pues ellos necesitarán sustento después. Que nadie atraviese los recintos ni salga incluso para alimentar a los animales. El que dé un paso fuera perecerá. Cubrid las ventanas cuidadosamente. Mi escogido no deberá ver Mi ira.

Tened confianza en Mí. Yo seré vuestra protección. Vuestra confianza me obliga a ir en vuestra ayuda. La hora de Mi llegada está cerca, pero mostraré misericordia.

Los tiempos serán testigos de los más terribles castigos. Mis ángeles que serán los ejecutores de este trabajo, están preparados con sus afiladas espadas. Tendrán especial cuidado en aniquilar a todos aquellos que se burlan de Mí y no creen en mis revelaciones."

"Huracanes de fuego se derramarán a través de las nubes y se extenderán por toda la tierra durante dos días; una lluvia ininterrumpida de fuego tendrá lugar. Empezará durante una noche muy fría, y todo esto para probar que Dios es el dueño de la creación. A aquellos que estén en estado de gracia no les sucederá ningún mal, ni tampoco a los que busquen la protección de Mi bendita Madre María Santísima."

"Para que estéis preparados para éstas visitas os daré los siguientes signos e instrucciones:

La noche será muy fría. El viento rugirá y a continuación se oirán rayos y centellas. Cerrad vuestras puertas y ventanas, y no habléis a nadie fuera de la casa.

Arrodillaos delante de un crucifijo, arrepentíos de vuestros pecados y pedid la protección de Mi bendita Madre María Santísima. No miréis durante el terremoto porque la cólera de Dios es Santa."

"El viento traerá consigo gases envenenados que serán difundidos sobre la tierra entera.

Aquellos que sufran y mueran inocentemente serán mártires y estarán conmigo en Mi Reino.

Satanás triunfará, pero al cabo de tres noches el terremoto y el fuego cesarán. Después de estos días el sol volverá a brillar y los ángeles descenderán del cielo y extenderán el espíritu de paz sobre la tierra. Un sentimiento de inmensa gratitud tomará posesión de aquellos que sobrevivan a ésta terrible prueba, el castigo más amenazador con que Dios haya visitado la tierra desde la creación."

"Pronto caerá sobre el mundo entero el más terrible castigo, como nunca antes ha sido testigo, un castigo terrible que nunca antes se ha experimentado. Con que indiferencia miran los hombres estas cosas que tan pronto caerán sobre ellos, contrariamente a lo que esperaban. Con que indiferencia se preparan para estos inauditos hechos por los cuales tendrán que pasar en breve. El peso de la Divina balanza ha alcanzado la tierra.

La ira de Mi Padre se derrama sobre el mundo entero. Estoy de nuevo avisando al mundo a través vuestro, como a menudo he hecho en otros tiempos.

Los pecados de los hombres se han multiplicado sin medida; las irreverencias en la Iglesia, orgullo pecaminoso cometido en fingidas actividades religiosas, falta de amor fraterno, indecencia en el vestir especialmente en los lugares de veraneo. ¡El mundo está lleno de iniquidades! "

"Esta catástrofe caerá sobre la tierra como un chorro de luz, en cuyo momento la luz del sol de la mañana será reemplazada por profunda obscuridad. Nadie deberá abandonar la casa ni mirar a través de la ventana desde aquel momento en adelante.

Yo mismo vendré entre el trueno y el relámpago. El perverso contemplará Mi Divino Corazón.

Habrá gran confusión a causa de esta profunda oscuridad en la cual la tierra será envuelta, y muchos morirán de miedo y desesperación. Aquellos que hayan luchado por Mí recibirán gracias de Mi Divino Corazón, y el grito de: ¡Quien como Dios! servirá de medio de protección para muchos.

Sin embargo, muchos se quemarán en los campos como hierba seca. Los sin-Dios serán aniquilados, de manera que el justo, después, podrá empezar de nuevo."

"Durante el día, tan pronto como la completa oscuridad se haya introducido, nadie abandonará la casa, ni deberá ver a través de la ventana. La oscuridad durará un día y una noche, seguida por otro día y otra noche, y otro día; pero en la noche siguiente el sol se levantará y será primavera.

En los días de oscuridad, Mi escogido no deberá dormir como los discípulos en el Huerto de los Olivos. Orarán incesantemente y no serán defraudados por Mí. Reuniré a mis escogidos.

El mismo infierno se creerá estar en posesión de toda la tierra, pero Yo la reclamaré. ¿Pensáis quizá, que Yo permitiría a Mi Padre que tan terribles castigos cayeran sobre el mundo, si el mundo volviera de la iniquidad a la justicia? Pero, a causa de Mi gran amor, será permitido que estas aflicciones caigan sobre el hombre; aunque muchos renegarán de Mí, aun millares de almas serán salvadas por ellos. Ningún entendimiento humano puede sondear la profundidad de Mi Amor."

"Rezad, rezad, deseo vuestras oraciones. Mi querida Madre María Santísima, San José, Santa Isabel, San Conrado, San Miguel, San Pedro, Santa Teresa y vuestros ángeles custodios serán vuestros intercesores, implorad su ayuda.

Valientes soldados de Cristo, a la vuelta de la luz, dad cada uno gracias a la Santísima Trinidad por su protección."

"La devastación será grande, muy grande, pero Yo vuestro Dios habré purificado la tierra. Estoy con vosotros, tened confianza en Mí. Pensad que no sois eternos. Pensad, el tiempo es breve. Sí, pensad que ésto es para que cambiéis, para que vuestra vida sea amor. Pensad que podéis morir dentro de un momento. Que tal vez muchos de vosotros que leéis estas líneas no amaneceréis...

Meditad y tomad todo esto como misericordia y amor del Dios que es amor y por amor ya no permitirá que os perdáis más. ¡Cambiad!

No penséis más en lo vano, pensad en lo eterno, que para eso fuisteis creados, para vivir eternamente.

Rogad, sí, para que se os conceda la gracia de tener el alma preparada para recibir la muerte en gracia de Dios. ¡Ésto es lo más importante! " †


Oración para pedirle protección a la Santísima Virgen María

Reina de los cielos y soberana Señora de los ángeles,
que has recibido el poder y la misión de aplastar la
cabeza de Satán, envíanos, te suplicamos, tu santa legión
de ángeles, a fin de que bajo tus órdenes persigan al
enemigo que nos asecha, rechacen sus ataques tenebrosos,
y lo precipiten en el abismo de fuego eterno. Amén. 

Oración a San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro
amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio,
que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde
súplica. Y tú, oh Príncipe de la milicia celestial,
con la fuerza que Dios te ha conferido, arroja al infierno
a Satanás y a los demás espíritus malignos, que vagan
por el mundo para la perdición de las almas. Amén. 

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal:
Ten piedad y misericordia de nosotros y del mundo entero.
Sálvanos para que no perezcamos. Amén 

Creo en el misterio de la Cruz.
Confieso a mi Señor Jesucristo.
Con mi vida defiendo el Evangelio,
y a la Iglesia, que es:
Una, Santa, Católica y Apostólica. Amén †

P.H. de FD.


¡Oh Jesús! Salva a tus elegidos en


la hora de las tinieblas. Amén †



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