“Invoca a tu Ángel de la Guarda, que te iluminará y te conducirá. Dios te
lo ha dado por este motivo. Por tanto válete de él”, decía san Pío de Pietrelcina,
quien durante su vida tuvo una gran cercanía con su ángel custodio y que
se convirtió en su confidente y consejero.
ORACIONES
PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA
✞ Por
la señal de la Santa Cruz,
✞ de
nuestros enemigos,
✞ líbranos Señor, Dios nuestro.
✞ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
✞ líbranos Señor, Dios nuestro.
✞ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío, Jesucristo,
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío,
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido;
propongo firmemente nunca más pecar,
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos,
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío,
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido;
propongo firmemente nunca más pecar,
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos,
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
ORACIÓN
INICIAL PARA CADA DÍA DE LA NOVENA
A Vos, santo Ángel de mi Guarda, acudo hoy en busca de especial favor.
Habiéndote puesto Dios por custodio y protector mío, nadie como Vos conoce la
miseria y las necesidades de mi alma y los afectos de mi corazón. Vos sabéis el
deseo que tengo de salvarme, de amar a Dios y de santificarme; mas, ¡ay!,
también sabéis mi inconstancia y lo mucho que he ofendido a Dios con mis faltas
y pecados. Vos, que sois para mí el guía más seguro, el amigo más fiel, el
maestro más sabio, el defensor más poderoso y el corazón más amante y
compasivo, alcanzadme de Dios la gracia suprema de amarle y servirle fielmente
en esta vida y poseerle eternamente en la gloria.
Y ahora os ofrezco humildemente los pequeños obsequios de esta Novena,
para que también me alcancéis las gracias especiales que en ella os pido, si no
son contrarias a la gloria de Dios y al bien de mi alma. Así sea.
ORACIONES
FINALES PARA TODOS LOS DÍA
Oración a la Santísima Trinidad
Para obtener de Dios las gracias que esperamos, ¡oh buen Ángel de la
Guarda!, en unión vuestra y de todos los otros Ángeles del cielo, y por
mediación de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, saludo ahora a la
Trinidad Santísima con el Trisagio angélico, diciendo de todo corazón:
Santo. Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los
cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria
al Espíritu Santo. Rezar al Padre Eterno: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los
cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria
al Espíritu Santo. Rezar al Hijo Unigénito: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los
cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria
al Espíritu Santo. Rezar al Espíritu Santo: Padrenuestro. Avemaría y Gloria.
Ángel
de mi Guarda
Ángel de Dios,
que eres mi custodio,
pues la bondad divina me ha
encomendado a ti, ilumíname,
dirígeme, guárdame.
Amén.
que eres mi custodio,
pues la bondad divina me ha
encomendado a ti, ilumíname,
dirígeme, guárdame.
Amén.
Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche
ni de día. No me dejes solo que me perdería. Ni vivir, ni morir en pecado
mortal. Jesús en la vida, Jesús en la muerte, Jesús para siempre. Amén.
En el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIONES PARA CADA DÍA
DE LA NOVENA
Primer día
¡Oh buen Ángel
custodio! ayudadme a dar gracias al Altísimo por haberse dignado destinaros
para mi guarda.
Os pido que,
por intercesión de María, me alcancéis de Dios un fervoroso espíritu y la
práctica de una oración constante para agradecer a Dios todos sus beneficios, y
especialmente el de teneros por celestial custodio mío.
(Se dicen
las intenciones de la novena)
Segundo día
¡Oh Príncipe
celestial!, dignaos obtenerme el perdón de todas las ofensas que he hecho a
Dios y a Vos, despreciando vuestras amenazas y vuestros consejos.
Os pido que,
por intercesión de María, me alcancéis de Dios un verdadero dolor de los
pecados, que me obtenga el perdón de todas las faltas y caídas de la vida
pasada.
(Se dicen
las intenciones de la novena)
Tercer día
¡Oh mi Tutor
amoroso!, infundid en mi alma un profundo respeto hacia Vos, de tal manera que
jamás tenga el atrevimiento de hacer cosa alguna que os desagrade.
Os pido que,
por intercesión de María, me alcancéis de Dios el recuerdo de la presencia
divina y el respeto a vuestra presencia continua, las cuales han de guardarme
del pecado.
(Se dicen
las intenciones de la novena)
Cuarto día
¡Oh Médico
compasivo!, enseñadme el remedio y dadme el auxilio para curar mis malos
hábitos y tantas miserias como oprimen mi alma.
Os pido que,
por intercesión de Maria, me alcancéis de Dios un verdadero espíritu de
mortificación, con el cual domine mis malas pasiones y la sensualidad, y
obtenga la paz y la libertad de espíritu, juntamente con las demás virtudes.
(Se dicen
las intenciones de la novena)
Quinto día
¡Oh, mi Guía
fiel!, alcanzadme fuerza para vencer todos los obstáculos que se encuentren en
el camino de la existencia y para sufrir pacientemente las tribulaciones de
esta miserable vida.
Os pido que,
por intercesión de María, me alcancéis de Dios una verdadera paciencia y
conformidad en todas las contrariedades y penas de la vida que Dios pueda
permitir para mi santificación.
(Se dicen
las intenciones de la novena)
Sexto día
¡Oh Intercesor
eficaz cerca de Dios!, alcanzadme la gracia de seguir prontamente vuestras
santas inspiraciones y de conformar, en todo y para siempre, mi voluntad a la
de Dios.
Os pido que,
por la intercesión de María, me alcancéis de Dios una obediencia absoluta a
todos mis superiores, la cual me santifique por el cumplimiento de la voluntad
divina en ella manifestada.
(Se dicen
las intenciones de la novena)
Séptimo día
¡Oh Espíritu
purísimo, encendido todo en amor de Dios!, alcanzadme este fuego divino, y al
mismo tiempo una verdadera devoción a vuestra augusta Reina y buena Madre mía,
la Virgen Santísima.
Os pido que,
por intercesión de María, me obtengáis de Dios la caridad perfecta y la
devoción a María, que sean para mi fuente abundantísima de méritos, camino
segurísimo de salvación y el más dulce consuelo en la hora de la muerte.
(Se dicen
las intenciones de la novena)
Octavo día
¡Oh invencible
Protector!, asistidme a fin de corresponder dignamente a vuestro amor y a
vuestros beneficios, y para trabajar con todas las fuerzas en promover vuestro
culto y vuestra devoción.
Igualmente os
pido que, por intercesión de María, me alcancéis de Dios un celo fervoroso para
la práctica del bien y una fervorosa devoción angélica, que sean mi propia
santificación y la del prójimo.
(Se dicen
las intenciones de la novena)
Noveno día
¡Oh
bienaventurado ministro del Altísimo!, alcanzadme de su misericordia infinita
que llegue yo a ocupar un día uno de los tronos que dejaron vacíos los ángeles
rebeldes.
Os pido que,
por intercesión de María, me obtengáis de Dios la gracia de una santa muerte,
confortada con los Santos Sacramentos, que me abra las puertas de la gloria
eterna.
(Se dicen las
intenciones de la novena)
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