EL CAMINO: "YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA, NADIE VA AL PADRE SINO POR MÍ". (JUAN 14:6)

"BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA, Y TODO LO DEMÁS SE OS DARÁ POR AÑADIDURA". (MATEO 6:33)

"Y EN NINGÚN OTRO HAY SALVACIÓN, PORQUE NO HAY OTRO NOMBRE BAJO EL CIELO DADO A LOS HOMBRES, EN EL CUAL PODAMOS SER SALVOS". (HECHOS 4:12)

domingo, 11 de septiembre de 2016

No hay otras interpretaciones, autorización para el pecado mortal


El “Papa” avala una interpretación de los obispos de Buenos Aires sobre Amoris Laetitia como la única posible.


Los obispos de la Región de Buenos Aires (Argentina), han enviado a sus sacerdotes el comunicado «Criterios básicos para la aplicación del capítulo VIII de Amoris laetitia», en el que se aborda el acceso a los sacramentos de la Confesión y la Eucaristía por parte de los divorciados vueltos a casar. El documento fue a su vez dirigido al “papa Francisco” que, en respuesta, ha enviado una carta en la que asegura que el texto de los prelados argentinos «explicita cabalmente el capítulo VIII de Amoris laetitia. No hay otras interpretaciones».



Entre los puntos del documento de los obispos de la región de Buenos Aires, destacan:

Punto 5
Cuando las circunstancias concretas de una pareja lo hagan factible, especialmente cuando ambos sean cristianos con un camino de fe, se puede proponer el empeño de vivir en continencia. Amoris laetitia no ignora las dificultades de esta opción (cf nota 329) y deja abierta la posibilidad de acceder al sacramento de la Reconciliación cuando se falle en ese propósito (cf. nota 364, según la enseñanza de San Juan Pablo II al Cardenal W. Baum del 22/03/1996). 

Punto 6

En otras circunstancias más complejas, y cuando no se pudo obtener una declaración de nulidad, la opción mencionada (de vivir en continencia) puede ser de hecho, no factible. No obstante, igualmente es posible un camino de discernimiento si se llega a reconocer que, en un caso concreto, hay limitaciones que atenúen la responsabilidad y la culpabilidad (cf. 301-302), particularmente cuando una persona considere que caería en una ulterior falta, dañando a los hijos de la nueva unión, Amoris laetitia abre la posibilidad del acceso a los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía (cf. notas 336 y 351). Estos a su vez disponen a la persona a seguir madurando y creciendo con la fuerza de la gracia.  

Punto 9

Puede ser conveniente que un eventual acceso a los sacramentos se realice de manera reservada, sobre todo cuando se prevean situaciones conflictivas. Pero al mismo tiempo no hay que dejar de acompañar a la comunidad para que crezca en espíritu de comprensión y acogida, sin que ello implique crear confusiones en la enseñanza de la Iglesia acerca del matrimonio indisoluble. 




El “papa Francisco” ha enviado a Mons. Sergio Alfredo Fenoy, Delegado de la Región Pastoral de Buenos Aires, una carta en la que le agradece el haberle mandado el texto de los obispos, a quienes felicita por el trabajo que se han tomado. En un párrafo de la carta, el “Papa” escribe:

“El escrito es muy bueno y explicita cabalmente el capítulo VIII de Amoris laetitia. No hay otras interpretaciones. Y estoy seguro de que hará mucho bien. Que el Señor les retribuya este esfuerzo de caridad pastoral”.



Lo que dice el Evangelio sobre los divorciados vueltos a casar, Palabra de Dios:

«Aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, se alejó de Galilea, y fue a las regiones de Judea al otro lado del Jordán. Y le siguieron grandes multitudes, y los sanó allí. Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. (Mateo 19, 1-9)

«Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna» (Mt 5,27-30)

Jesús dice que ante el pecado hay que evitar toda ocasión de pecar y habla muy duramente, sin dejar de ser misericordioso. La gracia santificante es una maravilla y un tesoro que siempre debemos cuidar y para eso hay que evitar la ocasión de pecar, es imprescindible el evitar la ocasión de pecado y tener propósito verdadero de no volver a caer. No es verdad que yo pueda tener una verdadera confesión si no tengo intención real de evitar las ocasiones de pecado y el Señor nos enseña que debemos evitar toda ocasión de pecar. Y el adulterio es un pecado, y grave, atenta contra el 6º y 9º mandamiento. El Señor nos dijo: “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos”. (Juan 14:15).

«Si alguien enseña otra cosa y no se atiene a los preceptos saludables de nuestro Señor Jesucristo, ni a la doctrina que es conforme a la piedad, es un ignorante y un orgulloso, ávido de discusiones y de vanas polémicas. De allí nacen la envidia, la discordia, los insultos, las sospechas malignas y los conflictos interminables, propios de hombres mentalmente corrompidos y apartados de la verdad, que pretenden hacer de la piedad una fuente de ganancias». (1ª de Timoteo 6, 3-5)

«Todo el que se aventura más allá de la doctrina de Cristo y no permanece en ella, no está unido a Dios. En cambio, el que permanece en su doctrina está unido al Padre, y también al Hijo. Si alguien se presenta ante ustedes y no trae esta misma doctrina, no lo reciban en su casa ni lo saluden. Porque el que lo saluda se hace cómplice de sus malas obras». (2ª de Juan 9-11)


ANEXO: CONFIRMADO POR EL VATICANO

No hay lugar a la duda, ni a los que dicen que se malinterpreta las palabras o se tergiversa. Se ha publicado el documento de los obispos argentinos y la respuesta del "Papa" en Radio Vaticana. 

Vatican Radio (en Ingles)

Radio Vaticana (en Español)

Allí también sale claramente en el punto 6 del documento de los obispos argentinos se dice: 

6) En otras circunstancias más complejas, y cuando no se pudo obtener una declaración de nulidad, la opción mencionada puede no ser de hecho factible. No obstante, igualmente es posible un camino de discernimiento. Si se llega a reconocer que, en un caso concreto, hay limitaciones que atenúan la responsabilidad y la culpabilidad (cf. 301-302), particularmente cuando una persona considere que caería en una ulterior falta dañando a los hijos de la nueva unión, Amoris laetitia abre la posibilidad del acceso a los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía (cf. notas 336 y 351). Estos a su vez disponen a la persona a seguir madurando y creciendo con la fuerza de la gracia.

Y la respuesta del "Papa": En la misiva Francisco expresa su aprecio por el trabajo realizado por los prelados: “El escrito es muy bueno –asegura– y explicita cabalmente el sentido del capítulo VIII de Amoris laetitia. No hay otras interpretaciones". 

"Porque llegará el tiempo en que los hombres no soportarán más la sana doctrina; por el contrario, llevados por sus inclinaciones, se procurarán una multitud de maestros que les halaguen los oídos, y se apartarán de la verdad para escuchar cosas fantasiosas". (Segunda carta a Timoteo 4; 3-4) Pablo, Apóstol.

"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema (maldito). Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema (maldito). Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo". (1ª de Gálatas 6-10) Pablo, Apóstol.



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