“No sé comprender cómo los otros
sacerdotes que creen en estas mismas verdades que yo y todos debemos creer, no
predican ni exhortan para preservar a las gentes de caer en los infiernos”.
(San Antonio María Claret)
SAN ANTONIO MARÍA CLARET
Festividad el 24 de octubre
“Pienso
qué remedio se puede aplicar a tan gran mal, y después de haber discurrido
mucho, veo que el remedio es la formación de buen clero, sabio, virtuoso,
celoso y de oración, por una parte, y por otra catequizar y predicar a los
niños y demás gentes y hacer circular libros buenos y hojas sueltas. […] A
la vista de la virtud y firmeza de los buenos sacerdotes, los impíos pierden
su osadía y atrevimiento”. (Autobiografía
y escritos, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1959, p. 394-395)
¡Ay
de nosotros si ahuyentamos a los fieles!
¡Ay
de nosotros sí, en lugar de atraer a los fieles con buenas costumbres, los
ahuyentamos con modos groseros y pasiones desenfrenadas! ¡Ay de nosotros sí, en
lugar de ser buen olor de Cristo en todo lugar, como dice el Apóstol, somos las
pestes que los espante! (San Antonio María Claret. Autobiografía y escritos,
Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1959, p. 410)
Aunque
supiera que de mí han de hacer pedazos, no quiero callar
¡Oh Inmaculada Virgen y Madre de Dios, Reina y Señora de la gracia! Dignaos por caridad dar una compasiva mirada a este mundo perdido. Reparad como todos han abandonado el camino que se dignó enseñarles vuestro Santísimo Hijo; se han olvidado de sus santas leyes y se han pervertido tanto, que se puede decir: “Non est qui faciat bonum, non est usque ad unum”. Se ha extinguido en ellos la santa virtud de la fe, de suerte que apenas se encuentra sobre la tierra. ¡Ay! Extinguida esta divina luz, todo es obscuridad y tinieblas, y no saben dónde caen. Sin embargo, agolpados van con paso apresurado por el ancho camino que les conduce a la eterna perdición. ¿Y queréis Vos, Madre mía, que yo, siendo un hermano de estos infelices, mire con indiferencia su total ruina? ¡Ah no! Ni el amor que tengo a Dios ni el que tengo al prójimo lo pueden tolerar. […] ¿Cómo tendré caridad, si, sabiendo que los carnívoros lobos están degollando a las ovejas de mi amo, callo? ¡Ah!, no es posible callar, Madre mía, en tales ocasiones; no, no callaré, aunque supiera que de mí han de hacer pedazos; no quiero callar; llamaré, gritaré, daré voces al cielo y la tierra a fin de que se remedie tan gran mal; no callaré; y si de tanto gritar se vuelven roncas o mudas mis fauces, levantaré las manos al cielo, se espeluznarán mis cabellos, y los golpes que con los pies daré en el suelo suplirán la falta de mi lengua. (San Antonio María Claret. Autobiografía y escritos. BAC, Madrid, 1959, p. 236-237)
¡Oh Inmaculada Virgen y Madre de Dios, Reina y Señora de la gracia! Dignaos por caridad dar una compasiva mirada a este mundo perdido. Reparad como todos han abandonado el camino que se dignó enseñarles vuestro Santísimo Hijo; se han olvidado de sus santas leyes y se han pervertido tanto, que se puede decir: “Non est qui faciat bonum, non est usque ad unum”. Se ha extinguido en ellos la santa virtud de la fe, de suerte que apenas se encuentra sobre la tierra. ¡Ay! Extinguida esta divina luz, todo es obscuridad y tinieblas, y no saben dónde caen. Sin embargo, agolpados van con paso apresurado por el ancho camino que les conduce a la eterna perdición. ¿Y queréis Vos, Madre mía, que yo, siendo un hermano de estos infelices, mire con indiferencia su total ruina? ¡Ah no! Ni el amor que tengo a Dios ni el que tengo al prójimo lo pueden tolerar. […] ¿Cómo tendré caridad, si, sabiendo que los carnívoros lobos están degollando a las ovejas de mi amo, callo? ¡Ah!, no es posible callar, Madre mía, en tales ocasiones; no, no callaré, aunque supiera que de mí han de hacer pedazos; no quiero callar; llamaré, gritaré, daré voces al cielo y la tierra a fin de que se remedie tan gran mal; no callaré; y si de tanto gritar se vuelven roncas o mudas mis fauces, levantaré las manos al cielo, se espeluznarán mis cabellos, y los golpes que con los pies daré en el suelo suplirán la falta de mi lengua. (San Antonio María Claret. Autobiografía y escritos. BAC, Madrid, 1959, p. 236-237)
San
Antonio María Claret reprende a los socialistas y protestantes que persiguen a
los buenos sacerdotes
717. De algunos años a esta parte ha habido mucha apatía, tanto de parte de los gobernantes como de parte de los eclesiásticos; y los socialistas y los protestantes han sabido aprovechar bien la ocasión. Y mientras los unos han dormido, los otros han sembrado la cizaña en aquel hermoso campo.
En 1861, ya como confesor de la Reina Isabel II, “el Señor me hizo conocer los tres grandes males que amenazan a España, y son: el protestantismo, mejor dicho, la descatolización, la república y el comunismo. Para atajar a estos tres males me dio a conocer que se habían de aplicar tres devociones: el Trisagio, el Santísimo Sacramento y el Rosario”.
729. Conocen
los protestantes y comunistas, y socialistas que los enemigos mayores
que tienen, que les desbaratan sus planes, son los Sacerdotes católicos;
pues que siendo sus errores tinieblas, basta que los Sacerdotes católicos
presenten a la luz de la doctrina católica que las tinieblas por sí mismas
desaparecen.
734.
Es inexplicable el daño que hacen los impíos y socialistas con
esas calumnias que dicen, con las acciones que hacen y con el desprecio
con que miran y tratan a los Sacerdotes, a la misa y Sacramentos, con las demás
funciones de la Religión. A todo esto, añaden el desprecio, la burla y
mofa que hacen de los fieles que profesan la Religión; así es que cada día
hacen nuevos prosélitos, y la sociedad, a pasos acelerados, va marchando a
la perdición.
San
Antonio María Claret combatió los errores de los socialistas. “Con esas
peroraciones y con los demás medios tan halagüeños y fascinantes, y amenazando
e insultando al que no cedía al momento, así fue como [el movimiento
socialista] tomó grandes proporciones en tan poco tiempo”.
Daños
del pecado de impureza
804. Hoy, día 30 de abril de 1864, me han llamado para ir a ver a un enfermo. He ido. El enfermo era un joven de 19 años. Al principio que yo me hallaba en Madrid, se confesaba conmigo y seguía muy bien, frecuentaba los santos sacramentos, se encomendaba a María Santísima y se llevaba en todo según mis consejos. Después se hizo con malos compañeros, ya no vino más a confesar[se] conmigo, pero antes de morir me llamó; yo fui y me dijo: «Yo muero tísico por haberme dejado arrastrar del vicio de la masturbación, por haber dejado de frecuentar los santos sacramentos y de encomendarme a María Santísima». Después de haberse despedido de mí, murió a las pocas horas.
San
Antonio María Claret profetizó: “Si [los pecadores] aún no se despiertan,
[Dios] pasará a castigarles el cuerpo con la peste o cólera”. Vino pues la
epidemia del cólera-morbo, que en tres meses hizo 2.734 víctimas.
Defensor
del Sacramento del Matrimonio: Antonio María obtuvo un permiso para
predicar misiones en Cataluña y en las islas Canarias. «Operaba curaciones
milagrosas, tanto materiales cuanto espirituales, expeliendo demonios de los
posesos, regularizando matrimonios de mal casados. A ello lo movía el
intenso deseo de librar las almas del infierno, pues “me obliga a predicar
sin parar el ver la multitud de almas que caen en los infiernos, pues que es de
fe que todos los que mueren en pecado mortal se condenan”.
Nombrado
arzobispo de Santiago de Cuba en 1850, afirma en sus palabras de saludo que “La
Prelada será la Virgen Santísima. Mi forma de gobierno será la que Ella me
inspire”. En la primera misión que predicó en la isla el fruto fue tan grande,
que 40 confesores no fueron suficientes para atender todas las confesiones. La
comunión general, distribuida por tres sacerdotes, duró ¡seis horas! Solamente
en aquella misión, fueron regularizados 8.557 matrimonios.
San Antonio María Claret, perseguido y desterrado, falleció el día 24 de octubre de 1870, a la edad de 62 años, en el monasterio cisterciense de Fontfroide, Francia. Fue beatificado por Pío XI en 1934 y canonizado por Pío XII el 7 de mayo de 1950.
¡San Antonio María Claret, ruega por nosotros!
No hay comentarios:
Publicar un comentario