SOBRE LA INFABILIDAD DEL
PAPA Y LA DEBIDA OBEDIENCIA
Santo Tomás
Cayetano, O.P. Teólogo y Cardenal señala que el famoso axioma “Ubi Petrus, ibi
Ecclesia” (Donde esta Pedro esta la Iglesia) es válido sólo cuando actúa y se
comporta como un Papa, porque Pedro “está sujeto a los deberes de la Oficio” de
otra manera, “tampoco ni la Iglesia está en él, ni él está en la Iglesia.”
“San Roberto
Belarmino, cardenal y Doctor de la Iglesia, De Romano Pontifice, II, 30:
"Un papa que se manifieste hereje, por ese mismo hecho (per se) cesa de
ser papa y cabeza, así como por lo mismo deja de ser un cristiano y miembro de
la Iglesia. Por tanto, él puede ser juzgado y castigado por la Iglesia. Esta es
la enseñanza de todos los Padres antiguos, que enseñaban que los herejes
manifiestos pierden inmediatamente toda jurisdicción".
San Antonino
(1459): “En el caso en que el Papa se convirtiera en un hereje, se encontraría,
por ese solo hecho y sin ninguna otra sentencia, separado de la Iglesia. Una
cabeza separada de un cuerpo no puede, siempre y cuando se mantenga separado,
ser cabeza de la misma entidad de la que fue cortada. Por lo tanto, un Papa que
se separara de la Iglesia por la herejía, por ese mismo hecho en sí, dejaría de
ser la cabeza de la Iglesia. No puede ser un hereje y permanecer siendo Papa,
porque, desde que está fuera de la Iglesia, no puede poseer las llaves de la
Iglesia” (Summa Theologica, citado en Actes de Vatican I. V. Frond pub.).
SOBRE LA CONMEMORACIÓN
LUTERO-CATÓLICA
22 oct. 2013
– Del conflicto a la comunión. Conmemoración Conjunta Luterano-Católico Romana
de la Reforma en el 2017. Informe de la Comisión …
Página 72 nº
154…
Comprensión
común de la presencia real de Cristo 154.
Tanto
luteranos como católicos pueden afirmar en conjunto la presencia real de
Jesucristo en la Cena del Señor: «En el sacramento de la Cena del Señor,
Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, está presente total y
enteramente, con su cuerpo y su sangre, bajo los signos del pan y del vino.»
(Eucaristía 16)
16). Esta
declaración en común afirma todos los elementos esenciales de la fe en la presencia
eucarística de Jesucristo sin adoptar la terminología conceptual de
«transustanciación». De esta forma, católicos y luteranos entienden que «el
Señor exaltado está presente en la Cena del Señor, en el cuerpo y la sangre que
él ofreció, con su divinidad y su humanidad, mediante la palabra de promesa, en
los dones del pan y del vino, en el poder del Espíritu Santo, para su recepción
mediante la congregación» 52
SAN JOSÉ Mª ESCRIVÁ DE
BALAGUER SOBRE LA TRANSUBSTANCIACIÓN EUCARÍSTICA
“DE LAS
CARTAS CAMPANADAS” de Escrivá de Balaguer: «Si se le quita la
Transubstanciación a la Misa… Esta palabra es de una importancia capital,
porque al suprimirla se omite la Presencia Real y deja, por tanto, de haber
Víctima. ¡No dejes de emplear esa palabra! ¡Transubstanciación! Los niños
no la entenderán y tú tampoco, pero no importa: ¡Empléala! ¡Empléala! No
sólo molesta a los nuevos herejes… Al que molesta mucho más es al demonio.» (Tertulia
16-VI-1971)
SAN ALFONSO MARÍA DE
LIGORIO SOBRE LA ABOLICIÓN DE LA EUCARISTÍA
“El Diablo
siempre ha buscado privar al mundo de la Misa por medio de los herejes, (uno de
los principales fue Lutero) constituyéndolos precursores del Anticristo, cuyos
primeros esfuerzos consistirán en abolir el santo sacrificio del altar y,
según el profeta Daniel [VIII, 12], como castigo a los pecados de los hombres,
esos esfuerzos serán fructíferos: «Sobre el sacrificio perpetuo fue
instalada la iniquidad, y se echó por tierra la verdad»”.
VISIÓN DE LA BEATA ANA CATALINA EMMERICH DADAS POR
JESUCRISTO SOBRE LA FALSA IGLESIA
EL FALSO ECUMENISMO
Vi, bajo una imagen de varios jardines formando un círculo alrededor mío, las relaciones del Papa con los obispos. Vi al Papa mismo sobre su trono, colocado como en un jardín. Vi en diversos jardines, los derechos y los poderes de estos obispos, bajo forma de plantas, flores y frutos, y vi relaciones, corrientes, influencias, como hilos o rayos yendo de la sede de Roma a los jardines. Vi sobre la tierra, en estos jardines, la autoridad espiritual del momento: vi en el aire, encima de ellos, la cercanía de nuevos obispos. Así, por ejemplo, vi en el aire (en el futuro), encima del jardín donde se encontraba el severo superior (el obispo de entonces, severo porque era firme en la fe), un nuevo obispo mitrado, la mitra y todo lo demás. Vi alrededor de él protestantes que querían hacerle descender en el jardín, pero no con las condiciones que el Papa había exigido. (AA.III.128)
Ellos buscaban infiltrarse por toda
clase de medios: desordenaban ciertas partes del jardín donde plantaban malas
semillas. Les vi tanto en un lugar, tanto en otro, cultivar, o dejar en baldío,
demoler y no quitar los escombros, etc. todo estaba lleno de trampas y de
ruinas. Les vi interceptar y desviar las vías que iban al Papa. (AAA.III.128)
Vi a continuación que cuando ellos
introducían el obispo de la manera que se habían propuesto, él era intruso,
introducido contra la voluntad del Papa y que no poseía legítimamente la
autoridad espiritual. (AA.III.128)
Vi, por lo que creo, casi todos los
obispos del mundo, pero un pequeño número solamente perfectamente sano.
(AA.III.136)
Vi
todo lo que respecta al protestantismo tomar cada vez más poder, y la religión
caer en decadencia completa. (AA.III.137)
Había en Roma, incluso entre los
prelados, muchas personas de sentimientos poco católicos que trabajaban para el
éxito de este asunto (la fusión de las iglesias).
Vi también en Alemania a eclesiásticos
mundanos y protestantes iluminados manifestar deseos y formar un plan para la
fusión de las confesiones religiosas y para la supresión de la autoridad papal.(AA.III.179)
¡... y este plan tenía, en Roma misma,
a sus promotores entre los prelados! (AA.III.179)
Ellos construían una gran iglesia,
extraña y extravagante; todo el mundo tenía que entrar en ella para unirse y
poseer allí los mismos derechos; evangélicos, católicos, sectas de todo tipo: lo que debía ser una verdadera
comunión de los profanos donde no habría más que un pastor y un rebaño. Tenía
que haber también un Papa pero que no poseyera nada y fuera asalariado. Todo estaba preparado de antemano y
muchas cosas estaban ya hechas: pero en el lugar del altar, no había más
que desolación y abominación. (AA.III.188)
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