“Entonces dijo Yahvé
Dios a la serpiente: «Por haber hecho esto, serás maldita como ninguna otra
bestia doméstica o salvaje. Sobre tu vientre caminarás, y polvo comerás todos
los días de tu vida. Y
pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje; éste te
aplastará la cabeza, y tú le aplastarás el calcañar”.
(Génesis 3: 14-15)
Este
2017, es un año que se sitúa en la Historia de la Salvación como un año de
especial relevancia en los hitos mariano-salvíficos de la última centuria.
¿Qué
celebra un católico en 2017?
Los
hijos de María, celebramos el 13 de mayo de 2017, el Jubileo Centenario de las
apariciones de la Madre de Dios y Madre nuestra en Fátima.
Pero
también este año glorioso de 2017, y fatimista
por excelencia, marca tres hechos:
1-Un siglo de la llegada
de los bolcheviques al gobierno en Rusia.
2-La Francmasonería
celebrará la tercera centuria de su fundación de 1717.
3-Los protestantes
celebrarán quinientos años del cisma de Lutero aquel 1517.
CINCO
SIGLOS DE LA REBELIÓN DE LUTERO CONTRA DIOS
«Lutero establece
un abismo impasable».[1]
En
el siglo XVI, que la historia considera el inicio de los tiempos
modernos, el mal provino de
Alemania con la revolución protestante: «con la afirmación del hombre, la
ruptura entre el cielo y la tierra por la negación de las mediaciones que los
unan: Cristo, María, y primero que todo la Iglesia”, [2] echó raíces el Jansenismo “que
logró enfriar el corazón del mismo Cristo». Lutero fue el gran divisor que dio inicio a la rebelión de los
tiempos modernos contra Dios.
Como
respuesta a la negación de Su amor, Cristo mismo vino una vez más para abrirnos
Su Corazón por medio de las revelaciones a Santa Margarita María de Alacoque.
Paray-le-Monial
constituye todo un acontecimiento en la historia de la Iglesia «que fue al
mismo tiempo tanto antiguo como nuevo: antiguo porque la profecía siempre había
sido un factor, y nuevo por la forma que tomó».
La rebelión contra Dios
alcanzó su punto culminante en el siglo XVIII cuando el hombre rechazó al Dios
Verdadero para hacerse su propio dueño con la Revolución Francesa. «El primer gran acto de rebelión
política organizada contra Dios. Fue una consecuencia de la negación y de las
rupturas del siglo XVI, del enfriamiento de la fe del siglo XVII, de la
exaltación de la razón del siglo XVIII, y de la explotación de esta rebelión
por el poder de la Francmasonería».
Dos
grandes manifestaciones sobrenaturales: Lourdes 1858 y Fátima 1917, «se
produjeron cuando más necesidad tenía el mundo de ellas. La primera de las
manifestaciones celestes se verificó en el año en que nacieron las ideas que
han formado nuestro mundo moderno y la segunda en el año en que esas ideas se
tradujeron en hechos»: en 1858 John
Stuart Mill publicó su «Ensayo
sobre la libertad», Darwin su «Origen de las especies», Richard Wagner compuso sus
óperas «con las que hizo revivir el mito de la superioridad de la raza
teutónica» y Carlos Marx escribió
su «Introducción a la teoría
política».
«De estos cuatro hombres
nacieron las ideas madres que han regido y dominado al mundo» los últimos
cien años.
Como
sabemos ese mismo año nuestra Señora en Lourdes vino a confirmar la definición
del dogma de la Inmaculada Concepción, que cuatro años antes el Papa había
hecho, así en el preciso momento que el mundo negaba la culpa de origen, y, sin
saberlo, afirmaba que toda persona nace sin pecado original, nuestra Bendita Madre
declaraba «Yo sola soy la Inmaculada
Concepción».[3]
LA
FRANCMASONERÍA
En
efecto, ha sido obra de la masonería que Francia la hija mayor de la Iglesia se hubiera apartado de la
Verdadera Fe.
Carlton
J. H. Hayes, renombrado historiador escribió:
«En
Francia, donde la francmasonería fue abiertamente ateísta en sus principios, y
en su tendencia práctica, casi todos los políticos radicales eran masones».[4]
Fueron
los autores de la creación de una Francia impía Garibaldi, Jules Ferry
(redactor de las infames leyes laicas de 1881 que secularizaron las escuelas de
Francia), Arístide Briand, George Clemenceau y Emile Combes (un activo y
radical miembro de la masonería francesa quien hizo cumplir rigurosamente las
Leyes de Asociación que pretendían nacionalizar todas las propiedades de la
Iglesia).[5]
Franklin
Delano Rooselvet y Harry S. Truman, masones de grado 33, atiborraron de jueces
masónicos la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, entre 1941 y 1971
nunca hubo en dicha Corte menos de 5 jueces masones o pro masonería, y en esos
tres decenios dichos jueces hicieron en ese país lo que se hizo con la Francia
del siglo diecinueve: secularizaron
a través del poder judicial, al otrora Estados Unidos temeroso de Dios. [6]
En
efecto la masónica Corte Suprema de los Estados Unidos declaró ilegal la
oración en las escuelas, legitimó la pornografía, legalizó el aborto, etc.
En
todos los países de tradición católica, la masonería a través del poder
judicial laicizaron los estados, promulgaron leyes inicuas.
La
masonería conduce a los hombres a la idolatría del hombre bajo la máscara de
creer en Dios. En los días de su fundación la logia masónica enfocó
directamente su ataque contra la autoridad del Romano Pontífice, dice: La
autoridad es el mal, y el más grande mal es la autoridad representada por el
Papa.
EL
COMUNISMO
Los
escritos de Marx exponen el propósito verdadero del comunismo: el exterminio de
la religión y la abolición de todas las libertades bajo una dictadura
única-mundial; que el enemigo último del marxismo no es el capitalismo, sino
Dios mismo: No es la religión la
que crea al hombre, sino el hombre que crea la religión… la religión es el
gemido de la criatura oprimida… es el
opio del pueblo. La destrucción de la religión, como una felicidad ilusoria del
pueblo, es el requisito de su felicidad verdadera.[7]
Richard
Wurmbrandt dice: «es esencial declarar
enfáticamente, que Marx y sus compañeros, siendo anti-Dios, no eran ateos (como
públicamente fingían ser)», sino que «odiaban
a un Dios en quien creían, de lo que resulta que el comunismo, es esencialmente
y por último una guerra contra la religión, en palabras de Marx “el ateísmo es
el primer principio del comunismo”. También Lenín afirmó: «Dios es el enemigo personal de la sociedad
comunista».[8]
«Si
oís hablar de la maldad diabólica de unos hombres cuya bandera está enrojecida
con la sangre de sus víctimas; si oís hablar de los que martirizan los cuerpos
y las almas, creando lo que podríamos llamar martirios áridos, como el de
Mindszenty, Stepinac y Beran, estad seguros de que las mentes hechas pedazos y
los cuerpos macilentos provocarán un castigo del cielo más terrible que el
originado por la sangre del inocente Abel, y que alboreará un nuevo día de
esperanza cuando estos varones perseguidos entonen un “réquiem” sobre la tumba
de los que ganaron una batalla, pero perdieron la guerra. Dios no consiente
nunca el mal sin sacar de él un bien».[9]
El
objetivo del Dragón Rojo[10] es
hacer que toda la humanidad se aparte y abstenga de glorificar a la Santísima
Trinidad, el Dragón Rojo busca oscurecer
la obra del Padre que es la creación, difundiendo el ateísmo a un
grado nunca antes conocido. Busca destruir la obra del Hijo que es su Iglesia, difundiendo en ella el
error y la infidelidad como un cáncer. Bloquea la obra del Espíritu Santo, que es la santificación, causando la
pérdida del sentido del pecado en incontables almas a través de la
negligencia del Sacramento de la Confesión.[11]
Fátima es la aparición mariana clave de
nuestros días, porque el mensaje de Nuestra Señora no puede ser
comprendido completamente sin conocer el comunismo ateo, sin saber lo que pasó
en Rusia. Al respecto, Nuestra señora al respecto, hizo pedidos generales y un
pedido particular: para impedir el
castigo del mundo por medio de la guerra, el hambre y las persecuciones contra
la Iglesia y el Santo Padre, Ella dijo: «Vendré a pedir la consagración de
Rusia a Mi Corazón Inmaculado y la Comunión Reparadora de los primeros
sábados».
Nuestra
Señora cumplió su palabra, y el 13 de junio de 1929 en Tuy, España, en una
aparición imponente y sublime, que representaba a la Santísima Trinidad, Ella
dijo a la Hermana Lucía: «Ha
llegado el momento en que Dios pide que el Santo Padre haga, en unión con todos
los obispos del mundo, la consagración de Rusia a Mi Corazón Inmaculado».
Pero
no se ha escuchado la petición de Nuestra Señora a Sor Lucía, Rusia no se
convirtió, vino la II Guerra Mundial y los errores de Rusia, del comunismo
ateo, se extendieron en el mundo entero.
GÉNESIS
3, 15
Luego
del pecado de origen cometido por nuestros padres en el Paraíso, Dios dijo a la
serpiente:
«Pondré
enemistades entre ti y la mujer y entre tu descendencia y la suya; ella misma
te aplastará la cabeza, y tú pondrás asechanzas contra su talón».[12]
«Por
esta divina profecía (Gen 3, 15), el misericordioso Redentor de la
humanidad, Jesucristo, el unigénito Hijo de Dios, fue claramente preanunciado;
que Su beatísima Madre, la Virgen María, fue proféticamente indicada; y, al
mismo tiempo, la misma enemistad de ambos contra el Malo fue significativamente
expresada. De ahí que, tal como Cristo es Mediador entre Dios y hombre, asumió
forma humana, borró lo escrito en el decreto existente contra nosotros, lo
clavó triunfalmente en la Cruz, para que la Santísima Virgen, unida a Él en el
más íntimo e indisoluble vínculo, fuera, con Él y por Él, eternamente
enemistada con la maligna Serpiente, y más completamente triunfara sobre ella…».[13]
«Como
“Madre de los redimidos”. María es la “Mujer”… que grita en sus dolores de
parto, en tormento por dar a luz (Ap 12, 2). Este texto se refiere
precisamente al Calvario, o a la Mujer “permaneciendo al pie de la Cruz de
Jesús” (Jn 19, 25), para Ella que en el Gólgota fue constituida
“verdadera Madre de los miembros de Jesucristo”, para usar la expresión de San
Agustín… “Mujer, he ahí a tu hijo” y “la Mujer que grita sus dolores de parto,
en tormento de dar a luz” están mutuamente relacionados los textos y
cuando son leídos, forman una unidad revelando el misterio de María
Corredentora. “Juan 19 y Apocalipsis 12, escribe Rene Laurentin, empalman
precisamente el uno con el otro. En los dos textos la maternidad de María en
relación con los discípulos está penetrada por el contexto del sufrimiento”».[14]/ [15]
«Dios
no ha hecho ni formado nunca más que una sola enemistad, mas ésta
irreconciliable, que durará y aumentará incluso hasta el fin, y es entre María,
su digna Madre, y el diablo; entre los hijos y servidores de la Santísima
Virgen y los hijos y secuaces de Lucifer, de suerte que el más terrible de los
enemigos que Dios ha creado contra el demonio es María».[16]
Es
por lo tanto necesario establecer el lugar correcto de María al lado de Jesús
para preparar el cumplimiento de la promesa hecha por Nuestra Señora de Fátima,
que era la conversión de Rusia y un período de paz mundial. Hoy, es el
largamente esperado Triunfo de su
Corazón Inmaculado prometido en Fátima, que traerá la paz al mundo. El
mundo católico, los hijos de María, anhelamos esta victoria, la promesa de que
Rusia se convertiría, condicionada a una solemne consagración de Rusia hecha
por el Romano Pontífice en unión de todos los obispos del mundo al Corazón
Inmaculado de María, y en el
reconocimiento de toda la Iglesia de que dicha victoria se estaba dando por el
Corazón de la Señora.
CORRELACIÓN
Debido
a la perpetua lucha mística con Satanás –donde está en juego la salvación
eterna de las almas- Nuestra Madre celestial todavía sigue ofreciendo sus
dolores místicos de parto por todos nosotros los creyentes, al mismo tiempo que
actúa como Medianera de todas las Gracias, para santificarnos.
«Las
apariciones de la Milagrosa en París (1830) representan el inicio de una nueva
etapa para la humanidad. Si se hubiera hecho más caso de estas revelaciones las
apariciones de Lourdes (1858) se habrían producido también en París. Entre
ambas distan 28 años, al igual que entre las de Fátima (1917), las de Ámsterdam
(1945), las de Akita (1973), y la milagrosa lacrimación de una copia de la
Señora de todos los Pueblos en Colombia (2001). Con esta identidad de
intervalos la Providencia nos indica la correlación entre ellas.
Además
estando Ida Peerdeman en la capilla de la Milagrosa en París el 31 de mayo de
1969 sintió en su interior las palabras «lo
que fue comenzado aquí será continuado por la Señora de todos los Pueblos».
También
Sor Lucía al contemplar la imagen de la Milagrosa en la capilla del colegio de
la Hijas de la Caridad en Tui exclamó espontáneamente «¡Así la vi yo en Fátima!», contó el P. Veremundo Pardo.
Y
el 13 de octubre de 1973, 56 aniversario del milagro del sol en Fátima, la
Virgen se aparece en una reproducción en madera de la Señora de todos los
Pueblos en Akita. Precisamente 56 es el número de sus apariciones en Holanda».[17]
Aquí
vemos que en estos tres mensajes: Fátima,
Amsterdam y Akita hay una correlación, están entrelazados
guiando el destino de la humanidad: «La justicia de Dios debe intervenir en la
historia en algún punto, porque no permitirá al Mal que siga devorando almas eternamente».[18]
La
Sagrada Escritura empieza y termina con la batalla entre la Mujer y la antigua
serpiente. Esta batalla, del Dragón Rojo contra la Verdadera Religión, «es
también guerra de sus respectivas iglesias: la sinagoga de satanás (masonería)
contra la Iglesia de Cristo, es decir, es el establecimiento de la enemistad
interpuesta por Dios entre la serpiente y la Mujer y entre los linajes o
descendencias de ambos».[19]
Germán
Mazuelo-Leytón
Visto
en Adelante la Fe
[15] MAZUELO-LEYTÓN, GERMÁN, La
Señora, el Dragón y el Anticristo,http://adelantelafe.com/la-senora-el-dragon-y-el-anticristo/
Nota:
El autor deja fuera del gran resumen que hace en este artículo otras
apariciones de Nuestra Señora muy significativas para estos tiempos, como la de
La Salette a dos pastorcillos (Melania y Maximino) en 1846, aprobadas por la
Iglesia, y las de San Sebastián de Garabandal, España, a cuatro niñas (Conchita,
Mari Loli, Jacinta y Mari Cruz) desde 1961 a 1965, en proceso de estudio por la
Santa Sede.
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