EL CAMINO: "YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA, NADIE VA AL PADRE SINO POR MÍ". (JUAN 14:6)

"BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA, Y TODO LO DEMÁS SE OS DARÁ POR AÑADIDURA". (MATEO 6:33)

"Y EN NINGÚN OTRO HAY SALVACIÓN, PORQUE NO HAY OTRO NOMBRE BAJO EL CIELO DADO A LOS HOMBRES, EN EL CUAL PODAMOS SER SALVOS". (HECHOS 4:12)

jueves, 2 de mayo de 2019

Mes de mayo, mes de María. ¿Vamos a vivirlo intensamente?


"Y pondré enemistad entre ti  y la mujer, entre tu linaje y su linaje: 
este te aplastará la cabeza y tú le aplastarás el calcañar". (Génesis 3:15)

Comienza el mes de mayo, mes de la Madre. Sigo rezando el Rosario diariamente pero este mes con especial cariño. Me imagino entrar en el Inmaculado Corazón de María, su pequeño jardín de rosas, y tomar las flores de su alegría, de su humildad, de su paciencia, de su actitud servicial, de su generosidad, de su esperanza, de su caridad, de todas sus virtudes… y crear con ellas el ramillete de mi vida.
Me gusta adentrarme en la oración en la vida de María, tan sencilla y tan elevada al mismo tiempo, dedicada a cuidar, formar y servir a Jesús. Me gusta este mes profundizar más en su figura de Madre y aprender de Ella a amar más a Dios y a acercarme a Él con el corazón abierto para enraizarlo en mi encuentro cotidiano.
Un mes que me invita especialmente a vivir como Ella; aprender a acudir a Ella en los momentos bonitos y también en los tristes. Tenerla más presente cada momento de la jornada. Poner toda mi confianza en Ella y no olvidar que son sus hermosas manos las que elevan mis súplicas a Cristo. Unirme a Ella en oración bajo la luz del Espíritu Santo y comprender que mi misión consiste en anunciar y testimoniar con alegría, compromiso y valentía a Jesús resucitado, esperanza del hombre y la sociedad entera. ¡Todo tuyo, María! ¡Quiero ser tu misionero, María!
¡Vuelvo mi corazón a Ti, María, en este mes de mayo que ahora comienza para darte gracias por tu amor de Madre, por ser también mi esperanza! ¡Acompáñame, María, todos los días y ayúdame a ser coherente con mi ser cristiano! ¡Ayúdame a ser un buen hijo, servicial y atento para los que necesiten una ayuda! ¡Ayúdame, María, a vivir haciendo el bien, como le enseñaste a tu hijo Jesús! ¡Ayúdame, María, a ser como Él y quererle con toda mi alma! ¡En un día como hoy te ofrezco mi corazón para que lo guardes y lo unas al de tu Hijo! ¡Ayúdame a cumplir como tú, siempre la Voluntad de Dios! ¡Madre, como Corredentora de todos los hombres, imprime en mi corazón el deseo de ser santo! ¡Totus tuus, María! ¡Amén!
Reseña del autor de la imagen de portada:

Ignacio Valdés, (Cádiz, 1970), estudia en la facultad de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla y en la Winchester School of Fine Art en Winchester, Inglaterra. En 1990 obtiene la licenciatura en la especialidad de Pintura. Durante los primeros años su obra pictórica se centra en el paisaje y el retrato. A partir de 2004 hasta la fecha, orienta su trabajo en comisiones particulares o de instituciones públicas y privadas y, por otro lado, a la pintura de retablos para Iglesias y Oratorios; estas obras se distribuyen en el entorno nacional aunque la mayor parte de su obra pictórica la realiza fuera de España: cuenta con obras en Inglaterra, Polonia, Irlanda, Japón, Estados Unidos, Rusia, México, Chile, Nigeria e Italia.

En la actualidad, hace compatible su estudio de pintura en Sevilla, donde trabaja con sus dos hermanas, pintoras también,  con la educación como Director artístico y profesor de Pintura en la Sacred Art School, en Florencia, Italia.



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