EL
DESAFÍO DE SATANÁS
«De
ahora en adelante estáis a punto de llegar al término más doloroso y sangriento
de la purificación, que se desarrollará en estos años, antes del gran triunfo
de mi Corazón Inmaculado por la llegada a vosotros del Reino glorioso de Jesús.
Es un designio que abarca este siglo. En 1917, en Fátima, lo he anticipado,
casi como un anuncio profético en que aparecía evidente la gran lucha entre la
Mujer vestida del Sol y el Dragón rojo, que había de durar todo este siglo,
como un desafío orgulloso lanzado a Dios por mi adversario, con la certeza de
que conseguiría destruir la Iglesia y de mantener a toda la humanidad en un
rechazo universal de Dios. El Señor le ha concedido este lapso de tiempo,
porque al final, el orgullo del Dragón rojo será destruido y vencido, por la
humildad, por la pequeñez y por la fuerza de vuestra Madre del Cielo, la Mujer
vestida del sol, que reúne, a todos sus hijitos en su ejército dispuesto en
orden de batalla» (9 de Noviembre de 1984).
Estas
palabras se refieren explícitamente a una visión de León XIII, el 13 de Octubre
(!) 1884, a la cual Don Stefano hacía a menudo referencia. La Virgen María dice
que Dios aceptó el desafío, porque Satanás no solo debe ser derrotado, sino
también humillado.
El
mensaje del 13 de octubre de 1987 titulado "70º aniversario de la última
aparición en Fátima Yo pondré fin a su esclavitud": «Han pasado 70 años
desde que mi Adversario Satanás subió del abismo en medio de vosotros para
manifestarse como el Dragón Rojo en todo su terrible poder.»
Entonces,
en 2017, podríamos leer: "Han pasado 100 años desde que mi Adversario
Satanás ha subido desde el abismo en medio de vosotros...": sin
preocuparnos por los cálculos de tiempo, recordemos que Ap 12-13 su lectura es
la clave más profunda de nuestros tiempos. Estamos en medio de la gran lucha
entre la mujer vestida de Sol y el gran Dragón, Satanás, el "seductor de
toda la tierra". Es por lo que Don Stefano, con gran insistencia, siempre
hacía leer este pasaje en los Cenáculos.
El
Papa Juan Pablo II también lo eligió el 13 de mayo de 2000, en Fátima, para la
Beatificación de Jacinta y Francisco: «De acuerdo con el plan de Dios,
descendió del Cielo (...) una" Mujer vestida del Sol"... El mensaje
de Fátima es una llamada a la conversión, apelando a la humanidad para que cese
de hacer el juego al "Dragón"...»
Eso
quiere decir que en Fátima, la Mujer vestida del Sol reúne a los suyos para que
no hagan el juego al Dragón en la última lucha apocalíptica. La Mujer vestida
del Sol reúne todos sus pequeños hijos, y, si son pequeños, Ella los cobija
bajo su Manto, por medio de la Consagración a su Corazón Inmaculado. Pero esta
lucha no es por un poder de Satanás, es solo una concesión otorgada por Dios,
de acuerdo con Su Plan, al que María ha dicho su "tercer sí", después
del "si" de la Encarnación y del "si" de la Redención.
18
de octubre 1975: «Es hora de que empiece a revelaros parte de mi plan. Ante
todo, es necesario que mi Enemigo tenga la impresión de haber conquistado todo,
de tener todo ahora en sus manos. Es por eso que le será permitido introducirse
dentro de mi Iglesia ...» De modo que «mi Adversario un día podrá creer cantar
su victoria completa: sobre el mundo, sobre la Iglesia, sobre las almas. Solo
entonces intervendré, terrible y victoriosa, para que su derrota sea tanto
mayor cuanto más seguro estaba de haber vencido para siempre».
Forma
parte del plan de Dios que el Enemigo sea derrotado por una pequeña criatura,
humilde Esclava del Señor: María. Ella debe aplastar la cabeza de la Serpiente
Antigua con su pequeño talón. Ahora, este talón, somos nosotros... "Debéis
ser pequeños, en fin, para formar este humilde talón que Satanás tratará de
morder, pero con el que Yo le aplastaré la cabeza.» (8 de septiembre de 1976).
Satanás
ha seducido a toda la tierra con la soberbia. Por eso, para contraatacar, la
Virgen María reúne un pequeño resto fiel, compuesto solo de pequeños, humildes,
pobres y sencillos. Este ejército de pequeños ahora está reunido, "listo
para la batalla". Es solo a través de estos pequeños que el Inmaculado
Corazón de María obtendrá su triunfo.
EL
TRIUNFO DEL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA EN NUESTRA FE
La
fe ya es el Triunfo de María, porque "esta es la victoria que ha vencido
al mundo: nuestra Fe". (1Jn 5,4). «Entonces, el Dragón (lleno de una gran
ira, sabiendo que le queda poco tiempo) se enfureció contra la Mujer y se fue a
hacer la guerra contra el resto de su descendencia, contra los que observan los
mandamientos de Dios y están en posesión del testimonio de Jesús» (Ap 12,17 (y
12).
He
aquí donde estamos: en estos tiempos conclusivos, donde más que nunca, queda
muy poco del tiempo concedido a Satanás, un pequeño resto permanece fiel,
caracterizado, de acuerdo con los versículos que acabamos de leer:
1°)
como "el resto de la descendencia de la mujer": el resto de los hijos
de María, es decir aquellos que vienen después de Jesús, hijo de María, el
"primogénito de una multitud de hermanos" (Rom 8,29).
2º)
como "los que guardan los mandamientos de Dios" (Ap 12,17).
3º)
y como aquellos que "poseen el testimonio de Jesús", es el Espíritu
Santo dentro de nosotros, que confiesan que Jesús es el Señor (cf 1Co 12,3; Jn
15,26; 1Jn 5,6). Es decir, aquellos que mantienen la fe verdadera.
PERMANECER
EN LA GRACIA DE DIOS
Satanás
busca hacernos perder la práctica de los 10 mandamientos: ha llevado a toda la
humanidad “hacer su juego” con un conjunto de leyes de muerte, de egoísmo y de
impureza que son del todo opuestas a la santa Ley de Dios. Y su victoria es el
relativismo moral (es decir: "no hay tanta diferencia entre el bien y el
mal"), ha entrado profundamente en la mentalidad de todos: la pérdida
general del sentido del pecado y por tanto de la necesidad de arrepentirse y
también de la confesión sacramental. Son tantas las almas muertas que se
preparan a la caída del infierno eterno...: «Son los mismos sacerdotes y
religiosos los que pierden incluso el sentido del pecado» (20 de noviembre de
1976).
Pero,
con los” hijos de María”, reunidos por Ella en estos tiempos apocalípticos, él
tiene mucha más dificultad que con el resto de la tierra toda seducida por él.
Ellos quieren permanecer en la práctica de los 10 mandamientos, quieren poder
participar a los 7 sacramentos, quieren permanecer en la gracia de Dios. “
Nunca como en estos tiempos es necesario que se confiese frecuentemente” ( 8
diciembre 1983)
PERMANECE
EN LA VERDADERA FE
Satanás
busca sobre todo hacer perder la Fe, porque esta es la vida (Jn 20,31). La Fe
Católica, en la Iglesia «una, santa, católica, apostólica, unida a mi papa de
Roma» (17 mayo 1987).
Recordamos
todavía una vez más la profecía de Pablo VI, presentada en la introducción de
nuestro Libro: un "espíritu no católico" ha entrado en la Iglesia
hasta hacerse hoy el más fuerte; recordamos también la misma cosa dicha por el
futuro papa Benedicto XVI: «Se va constituyendo una dictadura del relativismo»,
de modo que «tener una Fe clara, según el credo de la Iglesia, viene muchas
veces etiquetado, [dentro de la Iglesia misma], como fundamentalismo» (homilía
de ingreso al Cónclave, 18 abril 2005).
Esta
dictadura quiere reducir la Fe católica a una opinión junto a otras. Es decir
una cosa relativa y no ya absoluta: no más certeza de la Revelación que Dios
mismo ha hecho de Sí mismo, que nosotros acogemos en el Espíritu Santo. Se
puede hablar de un «Sanedrín escondido» (17 de abril de 1981) que impone esta
dictadura dentro de la Iglesia.
«Muchos
corren el peligro de ser víctimas de esta general confusión y también en mi
Iglesia se quiere difundir un falso espíritu, que no es el de Jesús Hijo de
Dios. Como una invisible nube tóxica se expande el espíritu de mezcla entre
Dios y el mundo...» (8 diciembre 1982).
Pero,
con los “hijos de María”, Satanás tiene mucha más dificultad que con el resto
de la tierra, toda seducida por el ateísmo, la impiedad, la apostasía, el
Anticristo. Ellos quieren permanecer en la Verdadera Fe.
PERSECUCIÓN
NUEVA
«...Pronto
la Iglesia será sacudida por una nueva persecución terrible, como hasta ahora
no se ha conocido» (12 noviembre 1988). «Cuando venga el momento de la terrible
confrontación con los sacerdotes portadores del error, que se pondrán contra el
Papa y mi Iglesia...» (4 enero 1975); «tiempos (...) en los que Cardenales se
opongan a Cardenales, Obispos a Obispos, Sacerdotes a Sacerdotes...» (6 septiembre
1986); «... en la perspectiva de una unión religiosa mundial para la defensa de
los valores humanos...» (27 de octubre de 1986). El Anticristo, "llevará a
toda la humanidad una solución aparente a sus problemas, pero a precio de la
Verdad de Jesús" (cf Catecismo de la Iglesia Católica, CCC 675).
«La
Iglesia será como sumergida en el error que será acogido y propagado y así
llegará al culmen la apostasía... Serán golpeados los Pastores y la grey a
ellos confiada; por un momento el Señor permitirá que la Iglesia aparezca como
abandonada por El... Será el momento de los mártires que, en gran número,
verterán su sangre, y de los que queden que envidiarán a los que han sido
perseguidos y matados. Sólo entonces se comprenderá todo cuanto yo he hecho por
vosotros» (10 Febrero 1978).
Es
decir se comprenderá que Ap.13 es Verdaderamente la clave de lectura de
nuestros tiempos, y que era necesario consagrarse a María para no hacer parte
de las innumerables víctimas de Satanás.
Esta
"persecución nueva" será la del "espíritu no católico"
contra el espíritu católico; la de la "dictadura del relativismo",
conducida por el "Sanedrín escondido" que se ha apoderado de la
Iglesia, contra los "resistentes" en la Verdadera Fe. Es la hora del
testimonio, como San Pedro delante del Sanedrín (At 5,29-32), un nuevo martirio
dentro de la Iglesia misma, para conservar el Verdadero espíritu de Jesús
contra la falsa Iglesia y un falso Cristo. El criterio decisivo de esta
falsedad está descrito en el mensaje del 31 diciembre 1992, "cuarto
signo": Jesús Eucarístico, el "misterio de la Fe".
JESÚS
EUCARÍSTICO: "EL MISTERIO DE LA FE"
Nuestra
Fe no es una opinión que vale lo mismo que cualquier otra opinión (como lo
impone la dictadura del relativismo), si no la Verdad absoluta testimoniada por
el espíritu de Dios mismo dentro de nuestro corazón. Por esto no puede nuestro
corazón someterse a la dictadura del relativismo, sino que debe atestiguar
siempre la Verdad absoluta de Jesús, especialmente adorando la Presencia Real
de Jesús en la Eucaristía, hasta el martirio: «sois llamados a ser siempre cada
vez más los apóstoles y los nuevos mártires de Jesús presente en la
eucaristía" (13 de julio de 1978).
Hoy,
maltratados con la lengua ("fundamentalistas", "conservadores",
"preconciliares", "rígidos", etc), y quizás mañana
poniéndonos las manos encima. Es decir el martirio. (Y pidamos la gracia de
comprender cuando se trata de resistir para defender la Verdadera Fe de cuando
se trata sólo de sensibilidades litúrgicas).
Con
los “hijos de María”, de la Mujer vestida del Sol que reúne a los suyos en
estos tiempos apocalípticos, el Enemigo encontrará mucha dificultad, aunque
toda la tierra esté seducida por él, aunque la falsa Iglesia haya invadido a la
Verdadera; los hijos de María serán vencedores. No de forma humana; no con las
potencias humanas; sino con la potencia de Jesús crucificado: la potencia de la
justicia de, la potencia de la Verdad; la potencia de las bienaventuranzas; la
potencia de la humildad. La victoria de los mártires.
“PERMANECER
EN LA ALEGRÍA”
Sí,
no obstante la perspectiva del martirio, "permaneced en la alegría".
Es el título del 18 octubre 1975, el último mensaje que el padre Gobbi ha
querido leer y meditar con los suyos antes de morir. El padre Gobbi dice
entonces: "Leedlo bien, porque aquí está todo". Para nosotros es como
un testamento en su testamento espiritual, que es todo el Libro Azul.
“Permaneces
en la alegría "porque todo esto entra en un plano vencedor de Dios, un
plano del Triunfo del Corazón Inmaculado de María, aunque estemos, por poco
tiempo, dentro del tiempo todavía concedido a Satanás que se manifestará pronto
con toda la potencia del Anticristo "sentado sobre el trono de Dios"
(1Tes 2.4) dentro de una Iglesia que ha llegado a ser falsa Iglesia.
«¡No
perdáis el coraje!» (1 enero 1993). Los tiempos de la purificación y de la gran
tribulación deben preceder por fuerza el triunfo del Corazón Inmaculado de
María, que se realizará con el retorno de Jesús en la gloria, glorificando
también su Presencia Real en la Eucaristía, y "haciendo nuevas todas las
cosas" (Ap 21,5).
Vivamos
en la alegría y la esperanza indestructible del Triunfo del Corazón Inmaculado
de María. «Hoy (sábado Santo) os quiero a todos junto a Mí, Madre dolorosa,
para ser consolada por vosotros y para enseñaros a orar con confianza, a sufrir
con docilidad, amar con pureza de corazón, a creer con inquebrantable certeza,
a esperar con heroísmo, aún contra la evidencia de las cosas.» (2 abril 1988).
Y
no cambiamos nada de nuestro acto de Consagración, como algunos de nosotros
están tentados de hacerlo, respecto al Papa. La única persona competente para
cambiar nuestro Acto de Consagración es la Virgen María misma. Evidentemente no
hay nada que cambiar.
«Responde
siempre y sólo con confianza heroica en Mí. Sólo necesito de ésta en vosotros,
mis pequeños niños, para aplastar la cabeza a mi Adversario, mientras intentará
morder mi talón, insidiando a vosotros, hijos míos amadísimos» (8 julio 1977).
"¿DE
QUE COSA TENEIS MIEDO?"
La
Virgen nos ha dicho el 4 diciembre 1976: «Mi Iglesia, de la que soy Madre,
revive la vida de Cristo y esta llamada hoy a recorrer su mismo camino [cf CCC
677]. ¿De qué cosa entonces tenéis miedo? ¿De un mundo que se ha lanzado con
odio contra vosotros? ¿O de Satanás, que ha logrado introducirse en el interior
de la Iglesia y cosechar víctimas entre sus mismos Pastores? (...) Ésta, hijos
míos predilectos, es para mi Iglesia otra vez la hora de Satanás y del poder de
las tinieblas. Como Cristo en la Cruz, también ella será inmolada y llamada a
la muerte para la salvación y renovación del mundo.
Porque
para vosotros, ésta es la hora de la purificación, y es, sobre todo, también la
hora del sufrimiento. ¿Acaso de esta hora tenéis miedo? ¡Pero si para esta hora
el Padre, desde la eternidad, os ha llamado uno por uno. Pero si para esta
hora, vuestra Madre del Cielo, desde hace mucho tiempo, os ha escogido y os ha
preparado!»
No
tengamos miedo al sufrimiento, queridos hermanos y hermanas, porque todo entra
en un plan de Dios, confiado a la Humilde Sierva del Señor la tarea, por medio
de nosotros, y sólo si somos pequeños, de derrotar definitivamente a Satanás.
“Vivid
por tanto en la serenidad de vuestro espíritu y sin miedo, incluso en medio de
las inquietudes y las amenazas de vuestro tiempo”.
Contando
con vuestras oraciones y asegurándonos las mías,
Vuestro
pequeño hermano, don Laurent Larroque
Boletín
nº 104 del Movimiento Sacerdotal Mariano
Génova,
1 de enero de 2018
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