EL CAMINO: "YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA, NADIE VA AL PADRE SINO POR MÍ". (JUAN 14:6)

"BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA, Y TODO LO DEMÁS SE OS DARÁ POR AÑADIDURA". (MATEO 6:33)

"Y EN NINGÚN OTRO HAY SALVACIÓN, PORQUE NO HAY OTRO NOMBRE BAJO EL CIELO DADO A LOS HOMBRES, EN EL CUAL PODAMOS SER SALVOS". (HECHOS 4:12)

martes, 16 de julio de 2019

Al recibir el Escapulario de la Virgen del Carmen nos convertimos en miembros de la Orden Carmelita



"Recibe este escapulario bendito y pide a la Virgen Santísima que por sus méritos, lo lleves sin ninguna mancha de pecado y que te proteja de todo mal y te lleve a la vida eterna".

Quien recibe un Escapulario del Carmen se convierte en un miembro activo de la orden y se compromete, junto a ella, a vivir de acuerdo a su espiritualidad, de acuerdo con las características de su estado de vida.
El Padre Gabriel de Santa María Magdalena de Pazzi, OCD, una autoridad venerada en la espiritualidad carmelita, escribió el significado de la devoción a Nuestra Señora del Monte Carmelo:

Nuestra Señora quiere que nos asemejamos a ella no sólo en nuestra vestidura exterior, sino, mucho más en corazón y espíritu. Si miramos en el alma de María, veremos que la gracia hizo que floreciera en ella una vida espiritual de riqueza incalculable: una vida de recogimiento, de oración, la oblación ininterrumpida a Dios, de contacto continuo, y de unión íntima con Él.

[...] "Los que quieren vivir la devoción a Nuestra Señora del Monte Carmelo al máximo deben seguir a María en las profundidades de su vida interior..."

Sor Lucía, la vidente de la Virgen de Fátima reportó que en la última aparición (Octubre de 1917) María se apareció con el hábito carmelita y el escapulario en la mano y recordó que sus verdaderos hijos lo llevaran con reverencia. Asimismo pidió que los que se consagren a ella lo usen como signo de dicha consagración.

San Alfonso María de Ligorio, doctor de la Iglesia, decía: "así como los hombres se enorgullecen de que otros usen su uniforme, así Nuestra Señora Madre María está satisfecha cuando sus servidores usan su escapulario como prueba de que se han dedicado a su servicio, y son miembros de la familia de la Madre de Dios".

 El día de la fiesta de la Virgen del  Carmen, 16 de Julio, tiene concedida una indulgencia plenaria.

El 16 de julio 1251 la Santísima María hizo esta promesa a San Simón Stock:

"Toma este Escapulario, será un signo de salvación, una protección en peligro y una promesa de paz. Todo aquel que muera llevando este Escapulario no sufrirá el fuego eterno. Usa el escapulario devotamente y con perseverancia, es mi vestidura. Para ser revestidos de él, debes estar continuamente pensando en mí, y yo a su vez, siempre estoy pensando en ti y te ayudaré a asegurar la vida eterna".

-Si se portan como hijos cariñosos yo me portaré con ustedes como Madre amabilísima. 
-Bendeciré las casas donde mi imagen sea honrada, y donde me recen cada día alguna oración. 
-Si se esfuerzan por alejar el pecado de sus vidas, yo me esforzaré por alejarlos de las desgracias y calamidades.
-Si quieres tener felicidad y santidad "hagan lo que Jesús les diga", es decir: lean el evangelio y traten de practicar lo que allí le recomienda nuestro Señor. Si así lo hacen, yo rogaré por ustedes ahora y en la hora de su muerte.

La Virgen María le prometió además, liberar del Purgatorio a todas las almas que hayan vestido el escapulario durante su vida, el sábado siguiente a la muerte de la persona y llevarlos al cielo, creencia que ha sido respaldada por todos los pontífices.

La devoción del escapulario del Carmen ha hecho descender sobre el mundo una copiosa lluvia de gracias espirituales y temporales” (Pío XII, 6-VIII-1950).
El gran Cardenal Jesuita y Doctor de la Iglesia, St. Robert Bellarmine, S.J., maestro y director espiritual de San Luis Gonzaga, defendió el uso del Escapulario de Nuestra Señora:
"Cualquiera que muera en la familia de María recibirá de ella a la hora de la muerte la gracia de la perseverancia en estado de gracia o la gracia de la contrición final".
“¿En qué consiste la verdadera devoción a María Santísima?” –contesta San Antonio María Claret -: “En abstenerse de todo pecado, imitar sus virtudes, tributarle algunos obsequios, frecuentar los Santos Sacramentos, y hacer bien, con agrado y perseverancia, las oraciones y demás cosas de su servicio”.
''Por eso, cada uno debe estar persuadido de que, si la piedad que declara hacia la Santísima Virgen no le aparta del pecado o no le estimula a la decisión de enmendar las malas costumbres, su piedad es artificial y falsa, por cuanto carece de su fruto propio y genuino.'' (S. Pío X)

CONDICIONES Y RITUALES ADJUNTOS AL ESCAPULARIO
Según la tradición de la Iglesia, hay tres condiciones necesarias para participar en este Privilegio y compartir los otros beneficios espirituales del Escapulario: usar el Escapulario Marrón, observar la castidad según tu estado en la vida y rezar el Pequeño Oficio de la Santísima Virgen María o Rosario Además del Privilegio Sabbatine, la inscripción en el escapulario marrón también hace que una persona forme parte de la familia Carmelita en todo el mundo. Por lo tanto, comparten todas las oraciones y las buenas obras de las Órdenes Carmelitas. La participación en la familia Carmelita también, por supuesto, te coloca en una relación especial con los santos Carmelitas, especialmente San Elijah, Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, Santa Teresita de Lisieux y, gozas de la protección de Nuestra Señora del Monte Carmelo.
Para recibir las bendiciones espirituales asociadas con el Escapulario, es necesario estar formalmente inscrito en el Escapulario Marrón por un sacerdote válido. Una vez inscrito, la inscripción es de por vida y no necesita repetirse. Cualquier bautizado, adulto o bebé, que no haya sido inscrito previamente puede inscribirse en el escapulario marrón.


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