"Recibe este
escapulario bendito y pide a la Virgen Santísima que por sus méritos, lo lleves
sin ninguna mancha de pecado y que te proteja de todo mal y te lleve a la vida
eterna".
Quien recibe un Escapulario del Carmen se
convierte en un miembro activo de la orden y se compromete, junto a ella, a
vivir de acuerdo a su espiritualidad, de acuerdo con las características de su
estado de vida.
El Padre
Gabriel de Santa María Magdalena de Pazzi, OCD, una autoridad venerada en la
espiritualidad carmelita, escribió el significado de la devoción a Nuestra
Señora del Monte Carmelo:
Nuestra
Señora quiere que nos asemejamos a ella no sólo en nuestra vestidura exterior,
sino, mucho más en corazón y espíritu. Si miramos en el alma de María, veremos
que la gracia hizo que floreciera en ella una vida espiritual de riqueza
incalculable: una vida de recogimiento, de oración, la oblación ininterrumpida
a Dios, de contacto continuo, y de unión íntima con Él.
[...] "Los que quieren
vivir la devoción a Nuestra Señora del Monte Carmelo al máximo deben seguir a
María en las profundidades de su vida interior..."
Sor Lucía, la vidente de la Virgen
de Fátima reportó que en la última aparición (Octubre de 1917) María se
apareció con el hábito carmelita y el escapulario en la mano y recordó que sus
verdaderos hijos lo llevaran con reverencia. Asimismo pidió que los que se
consagren a ella lo usen como signo de dicha consagración.
San Alfonso María de Ligorio, doctor
de la Iglesia, decía: "así como los hombres se enorgullecen de que otros
usen su uniforme, así Nuestra Señora Madre María está satisfecha cuando sus
servidores usan su escapulario como prueba de que se han dedicado a su
servicio, y son miembros de la familia de la Madre de Dios".
El día de la fiesta de la Virgen del Carmen, 16 de Julio, tiene concedida una indulgencia plenaria.
El día de la fiesta de la Virgen del Carmen, 16 de Julio, tiene concedida una indulgencia plenaria.
El 16 de
julio 1251 la Santísima María hizo esta promesa a San Simón Stock:
"Toma este Escapulario, será un
signo de salvación, una protección en peligro y una promesa de paz. Todo aquel
que muera llevando este Escapulario no sufrirá el fuego eterno. Usa el
escapulario devotamente y con perseverancia, es mi vestidura. Para ser
revestidos de él, debes estar continuamente pensando en mí, y yo a su vez,
siempre estoy pensando en ti y te ayudaré a asegurar la vida eterna".
-Si se portan como hijos cariñosos yo me portaré con ustedes como Madre
amabilísima.
-Bendeciré las casas donde mi imagen sea honrada, y donde me recen cada
día alguna oración.
-Si se esfuerzan por alejar el pecado de sus vidas, yo me esforzaré por
alejarlos de las desgracias y calamidades.
-Si quieres tener felicidad y santidad "hagan lo que Jesús les
diga", es decir: lean el evangelio y traten de practicar lo que allí le
recomienda nuestro Señor. Si así lo hacen, yo rogaré por ustedes ahora y en la
hora de su muerte.
La Virgen María le prometió además, liberar del Purgatorio a
todas las almas que hayan vestido el escapulario durante su vida,
el sábado siguiente a la muerte de la persona y llevarlos al cielo, creencia
que ha sido respaldada por todos los pontífices.
“La devoción del escapulario del Carmen ha hecho descender sobre el mundo una copiosa lluvia de gracias espirituales y temporales” (Pío XII, 6-VIII-1950).
“La devoción del escapulario del Carmen ha hecho descender sobre el mundo una copiosa lluvia de gracias espirituales y temporales” (Pío XII, 6-VIII-1950).
El gran Cardenal Jesuita y Doctor de la Iglesia, St. Robert Bellarmine,
S.J., maestro y director espiritual de San Luis Gonzaga, defendió el uso del
Escapulario de Nuestra Señora:
"Cualquiera que muera en la familia de María recibirá de ella a la
hora de la muerte la gracia de la perseverancia en estado de gracia o la gracia
de la contrición final".
“¿En qué consiste la verdadera devoción a María
Santísima?” –contesta San Antonio María Claret -: “En abstenerse de todo
pecado, imitar sus virtudes, tributarle algunos obsequios, frecuentar los
Santos Sacramentos, y hacer bien, con agrado y perseverancia, las oraciones y
demás cosas de su servicio”.
''Por eso, cada uno debe estar persuadido de que,
si la piedad que declara hacia la Santísima Virgen no le aparta del pecado o no
le estimula a la decisión de enmendar las malas costumbres, su piedad es
artificial y falsa, por cuanto carece de su fruto propio y genuino.'' (S. Pío X)
CONDICIONES Y RITUALES ADJUNTOS AL ESCAPULARIO
Según la tradición de la Iglesia, hay tres condiciones necesarias para
participar en este Privilegio y compartir los otros beneficios espirituales del
Escapulario: usar el Escapulario Marrón, observar la castidad según tu
estado en la vida y rezar el Pequeño Oficio de la Santísima Virgen María o
Rosario Además del Privilegio Sabbatine, la inscripción en el escapulario
marrón también hace que una persona forme parte de la familia Carmelita en todo
el mundo. Por lo tanto, comparten todas las oraciones y las buenas obras de las
Órdenes Carmelitas. La participación en la familia Carmelita también, por
supuesto, te coloca en una relación especial con los santos Carmelitas,
especialmente San Elijah, Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, Santa
Teresita de Lisieux y, gozas de la protección de Nuestra Señora del
Monte Carmelo.
Para recibir las bendiciones espirituales asociadas con el Escapulario,
es necesario estar formalmente inscrito en el Escapulario Marrón por un
sacerdote válido. Una vez inscrito, la inscripción es de por vida y no necesita
repetirse. Cualquier bautizado, adulto o bebé, que no haya sido inscrito
previamente puede inscribirse en el escapulario marrón.
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