El milagro del sol fue un
acontecimiento extraordinario que fue atestiguado por más de 100 mil personas,
el 13 de octubre de 1917 en la campiña de Cova da Iria, cerca de Fátima,
Portugal.
Según varias
declaraciones de testigos, después de una llovizna, se despejó el cielo y el
sol lució como un disco opaco que giraba en el cielo. Se dice que lucía
significativamente menos brillante que de costumbre y arrojaba luces
multicolores sobre todo el campo, sobre las sombras del paisaje, la gente y las
nubes que lo circundaban. Se reportó que entonces el sol osciló en dirección a
la tierra trazando un patrón de zig-zag, atemorizadas, algunas personas que
observaban esto pensaron que significaba el fin del mundo. Los
testigos reportaron también que el suelo y sus ropas, que habían estado mojados
por la lluvia, se habían secado completamente.
Estimaciones del número
de testigos van desde un rango de 30 o 45 mil, según Avelino Almeida, quien
escribía para el periódico portugués ‘O’Século’, hasta un máximo de 100 mil,
estimados por el Dr. Joseph Garrett, profesor de la Universidad de Ciencias
Naturales de Coimbra, ambos estuvieron presentes ese día.
El milagro fue atribuido
por los creyentes a Nuestra Señora de Fátima, una aparición de la Santísima
Virgen María a tres jóvenes pastorcillos en 1917, y como ella lo había predicho
a sus videntes el 13 de julio, 19 de agosto y 13 de septiembre. Los niños
dijeron que la Señora había prometido que al medio día del 13 de octubre en
Cova de Iria, la Señora les revelaría su identidad y les mostraría un milagro
“para que creyesen”. Según testigos, el milagro del sol duró aproximadamente
diez minutos, los tres pequeños pastorcillos, además de haber confirmado el
milagro del sol que tuvo lugar ese día, también reportaron haber visto un
panorama de visiones, incluyendo a Jesús, la Santísima Virgen María y a San
José bendiciendo a toda la gente.
Las descripciones más
famosas de los acontecimientos reportados en Fátima pertenecen a los escritos
de Juan de Machi, un sacerdote católico e investigador italiano. De Machi pasó
siete años en Fátima, desde 1943 a 1950, llevando a cabo una investigación
original y entrevistando a muchos testigos con una gran paciencia. En la obra
el ‘Corazón Inmaculado’, publicada en 1952, de Machi reporta que “la naturaleza
de los testigos van desde los creyentes hasta los incrédulos, venerables
ancianas y jóvenes petulantes. Cientos de personas, de esta categoría tan
diversa, dieron su testimonio formal. Tales reportes fueron muy variados, en
los pequeños detalles existen divergencias de apreciación, pero ninguno de
ellos, hasta donde pudimos investigar, negó el prodigio visible que realizó el
sol”.
Se citan a continuación
algunas declaraciones de testigos, fueron tomadas de varios libros sobre la
materia, de Juan de Machi:
“Ante los asombrados ojos de la
multitud, cuyo aspecto era casi bíblico, esperando y ansiosamente mirando al
cielo, el sol tembló, realizó inesperados e increíbles movimientos fuera de
todas las leyes cósmicas, el sol ‘bailó’, de acuerdo a una expresión típica de
la gente.” Avelino de Almeida, quien lo reportó en ‘O´Século’, el
periódico de mayor circulación y con mayor influencia en Portugal, el cual era,
al tiempo, favorable al gobierno y anticlerical. Los artículos previos de
Almeida se habían concentrado en satirizar los acontecimientos previos de Fátima,
sin embargo, Almeida no abandonó la fe católica.
“El sol, en un instante lució rodeado
con flamas rojizas y en otro con una aureola amarilla y púrpura intenso, se
veía girando muy rápidamente, en algunas ocasiones parecía que se desprendía
del cielo y se aproximaba a la tierra, sintiéndose su intenso calor.”
Dr. Domingos Pinto Coelho, escribiendo para el diario ‘Ordem’.
“… el sol plateado, envuelto en una
misma luz diáfana grisácea, fue visto dando vueltas y revoloteando entre las
nubes que lo rodeaban… La luz tornó a un hermoso azul, como si se filtrara a
través de los vitrales de una catedral y desparramaba su luz sobre la gente que
permanecía arrodillada con las manos juntas… la gente lloraba y rezaba, en la
presencia de un milagro que habían estado esperando. Los segundos parecieron
horas, tan intensos fueron esos instantes.” Un reportero del
periódico de Lisboa ‘O Dia’
“El disco solar no permaneció en la
inmovilidad, esto no fue el destello de un cuerpo celeste ya que permaneció
girando sobre su centro, en un frenético arremolinamiento, cuando
sorpresivamente se escuchó un clamor de la gente, el sol que rotaba, parecía
que se desprendía del firmamento y avanzaba amenazante sobre la tierra como si
fuera a impactarnos con su fiera masa inmensa, la sensación durante esos
momentos fue terrible.” Dr. Almeida Garret, profesor de Ciencias
Naturales en la Universidad de Coimbra.
“Como si echasen a correr del cielo,
las nubes fueron arrinconadas a un lado y el sol apareció en el zenit con todo
su esplendor, comenzó a girar vertiginosamente sobre su axis, como la más
magnifica bola de fuego que pueda imaginar alguien, tomando sobre sí todos los
colores del arco iris y desprendiendo rayos de luz multicolores, produciendo el
más asombroso efecto, este sublime e incomparable espectáculo, que fue repetido
tres veces, duró aproximadamente diez minutos, la inmensa multitud, abrumada
por la evidencia de tremendo prodigio, se tiró sobre sus rodillas.”
Dr. Formigäo, un profesor del seminario de Santarem y sacerdote.
“Me siento incapaz de describir lo
que vi, miré fijamente al sol, el cual se veía pálido y no lastimaba mis ojos,
luciendo como una bola de nieve, dando vueltas sobre sí mismo, y de repente
pareció venir hacia nosotros en zig-zag, amenazando a la tierra. Aterrorizado,
corrí y me escondí entre la muchedumbre, la cual lloraba y esperaba el fin del
mundo en cualquier momento.” Rev. Joaquim Lourenco, describiendo la
experiencia de su niñez en Alburitel a 18 kilómetros de Fátima.
“Ese día, del 13 de octubre de 1917,
sin recordar las predicciones de los pastorcillos, fui encantado por el
extraordinario espectáculo en el cielo, espectáculo sin igual a lo que había
visto antes, lo vi desde esta terraza…” Alfonso Lopes Vieira, poeta
portugués.
Mientras que de Marchi
declara que los reportes varían y son confusos en pequeños detalles, Kevin
McClure afirma que nunca había visto una colección de relatos tan
contradictorios en ningún caso de las investigaciones que ha realizado en los
últimos diez años. No existen reportes científicos sobre algún comportamiento
solar o astronómico inusual durante el momento en que el sol fue visto
‘bailando’, y tampoco existen reportes que testifiquen sobre algún fenómeno
solar dentro del radio de 22.5 kilómetros desde Cova da Iria. Se ha dicho que
el hecho de que haya sido predicho un milagro indeterminado, el abrupto
comienzo y final del milagro del sol, la variada naturaleza de los
observadores, incluyendo escépticos y creyentes, el gran número de personas que
estuvieron presentes y la falta de cualquier factor de causa, excluyen la
posibilidad de una “alucinación colectiva”. Y se reportó que esta “actividad
solar” fue visible dentro del radio de los 18 kilómetros, lo que también
excluye la posibilidad de una “histeria colectiva”.
Los videntes afirmaron
que la aparición, que ahora se sabe fue Nuestra Señora de Fátima, les había
prometido en julio, agosto y septiembre que un milagro ocurriría el 13 de
octubre de 1917, “para que todos creyeran”. Pío Scatizzi, SJ, describe los
acontecimientos de Fátima y concluye:
“El fenómeno solar no fue observado
en ningún observatorio, hubiera sido imposible que se les pasara de largo un
acontecimiento así a los astrónomos y a otros habitantes del hemisferio… no hay
duda que no fue un fenómeno natural astronómico o meteorológico… Tampoco es
cierto que los testigos en Fátima fueron engañados colectivamente y estuvieran
errados en su testimonio, al contrario, tal uniformidad de por sí supondría ya
una intervención sobrenatural.“
El milagro tampoco estuvo
supeditado al tiempo y el espacio, ya que el papa Pío XII vio el milagro del
sol desde los jardines del Vaticano (1950), como confirmación del Cielo en un
momento decisivo en el cual él proclamaría un dogma ex cathedra. Este es el
reporte de la revista ‘Time’:
“Millones de católicos romanos hacen
un acto de reverencia cerca de Fátima, en Portugal, ante una escena de
apariencia milagrosa de la Virgen María. En Fátima estuvo la semana pasada
Federico Cardenal Tedeschini, arcipreste de la Basílica de San Pedro en Roma, para
reunirse con los peregrinos a los que les tenía noticias importantes. En tres
días sucesivos, el 30 y 31 de octubre y 1 de noviembre de 1950, dijo el
cardenal, la milagrosa visión de Fátima se repitió para el papa Pío XII: “El
Santo Padre dirigió su mirada, de los jardines del Vaticano hacia el sol, y en
ese momento fue renovado para sus ojos el milagro del valle (Cova da Iria)”
El 1 de noviembre fue el día que el papa proclamó el dogma de la Asunción de la
Virgen María en cuerpo y alma al Cielo.”
Fuente: Biblía y tradición
.
Querida amiga, hace más de 23 años que sobrevivo, y se positivamente que solo puede ser obra de Dios.
ResponderEliminarCada vez que me he sentido tocando el fondo, solo eleve mis ojos al cielo, sintiendo que sin palabras, El estaba oyendo la voz de mi corazón...
Y aquí estoy, dándote mi testimonio de que la fé, como dijo Jesús "Mueve montañas".....Un abrazo muy fuerte y que el Señor te siga bendiciendo por siempre
Gracias, amiga, por este emotivo testimonio. No tenía idea de tu historia y me ha conmovido. Él nunca nos abandona, al contrario, somos nosotros los que nos alejamos de Dios. Las distracciones del mundo, el ruido, hay miles de cosas que nos facilita la labor, pero debemos luchar en contra de ellas y tratar de no perder esa comunicación que establecemos, porque Jesús siempre nos escucha, y Nuestra Santísima Madre.
ResponderEliminarOjalá yo pueda dar mi testimonio dentro de tantos años como lo estás haciendo tú hoy, siempre que sea la voluntad del Padre.
Mil gracias por estar y dejar tu testimonio en este lugar tan importante para mí, querida amiga.
Que Nuestro Señor te bendiga.