«Yo soy la luz del
mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la
vida.» Juan 8,12
DOMINGO I de ADVIENTO
COMENTARIO
DE SAN AGUSTÍN AL EVANGELIO DEL DOMINGO
LECTURAS "Todo estado de vida en la Iglesia cuenta con personas que fingen”.
"Con
razón, amadísimos hermanos, hallamos en el evangelio aquellas palabras sublimes
salidas de la boca del Señor: Entonces habrá dos hombres en el campo: se tomará
a uno y se dejará a otro. Habrá dos mujeres en el molino: una será tomada y
otra será dejada. Habrá dos en el lecho, uno será tomado y otro dejado (Mt
24,40-41; Lc 17,34-35). ¿Qué significa habrá dos hombres en el campo? Lo que
dice el Apóstol: Yo planté, Apolo regó, pero el crecimiento lo dio Dios. Sois
cultivo de Dios (1 Cor 3,6.9). Trabajamos en el campo. Los dos hombres que
están en el campo son los clérigos; de ellos se tomará a uno y se dejará a
otro: se tomará al bueno y se dejará al malo. Las dos mujeres que se hallan en
el molino simbolizan al pueblo. ¿Por qué se dice que están moliendo? Porque,
encadenadas al mundo, están como retenidas por la piedra del molino en el afán
por las cosas temporales. También una de ellas será tomada y otra dejada. ¿Cuál
de ellas será tomada? La que obra bien y atiende a las necesidades de los
siervos de Dios y a la indigencia de los pobres; la que es fiel en la alabanza,
se mantiene firme en el gozo de la esperanza, se entrega de lleno a Dios, a
nadie desea mal y ama cuanto puede no sólo a los amigos, sino también a los
enemigos; quien no conoce a otra mujer fuera de la suya ni a otro varón fuera
de su marido: ésta es la mujer que será tomada de las que estaban en el molino.
La que no se comporte de esta manera será dejada.
Hay otras
personas que dicen: «Anhelamos el descanso, no queremos tener que soportar a
nadie y por eso nos apartamos de la masa; nos conviene vivir con cierta
seguridad. También de éstas una será tomada y otra dejada. Que nadie os engañe,
hermanos. Si no queréis engañaros y deseáis amar a los hermanos, sabed que todo
estado de vida en la Iglesia cuenta con miembros que fingen lo que no son. No
he dicho que todo hombre finge, sino que todo estado de vida cuenta con
personas que fingen. Hay cristianos malos, pero los hay también buenos. Te da
la impresión de que ves a muchos malos: son la paja que te impide ver el grano.
Pero también hay grano: acércate, mete la mano, remueve, aplica el juicio de la
boca. Topas con religiosas indisciplinadas, ¿vas a censurar por eso su estado
religioso? Muchas no paran en sus casas, andan de visiteo por las ajenas,
metiéndose en todo y hablando lo que no conviene; son orgullosas, deslenguadas,
borrachas; son vírgenes, pero ¿de qué les sirve su virginidad física, si han
permitido la violación de su alma? Mejor es el matrimonio de una persona
humilde que la virginidad de una soberbia. Si ésta estuviese casada, no tendría
el título para engreírse y sí un freno que la gobernase. Pero del hecho de que
hay vírgenes malas ¿ha de sacarse argumento para condenar a las que son santas
en el cuerpo y en el alma? O, por el contrario, ¿nos ha de llevar a ensalzar a
las que merecen reproche la existencia de otras dignas de alabanza? De
cualquier estado, uno será tomado y otro dejado". Comentario al salmo 99,13.
« Nos
visitará el sol que nace de lo alto, para guiar nuestros pasos en el camino de
la paz. »
(Antífona
de Comunión, Lc 1, 78-79)
Pedro
de Blosio explica la triple visita de Cristo, en su sermón tercero de Adviento:
"Hay tres Advenimientos del Señor, el primero en carne, el segundo al
alma, el tercero en el día del juicio. El primero ocurrió en medio de la noche,
según la frase del Evangelio: Se oyó un clamor en medio de la noche: He aquí el
Esposo. Este primer Advenimiento ya pasó: porque Cristo apareció en la tierra y
convivió con los hombres. Ahora estamos en el segundo Advenimiento: pero con
tal de que seamos dignos de que venga a nosotros; porque El ha dicho que si le
amamos, vendrá a nosotros y hará en nosotros su morada. Por consiguiente, este
Advenimiento no es para nosotros algo completamente seguro, porque ¿quién, sino
solamente el Espíritu divino, conoce los que son suyos? Aquellos a quienes el
ansia de las cosas celestiales saca fuera de sí mismos saben cuándo viene, pero
no de dónde viene y a dónde va. En cuanto al tercer advenimiento, es seguro que
ha de ocurrir; pero muy incierto cuándo ocurrirá: puesto que no hay nada tan
cierto como la muerte pero tampoco tan incierto como el día de la muerte. En el
preciso momento en que se hable de paz y seguridad, dice el Sabio, aparecerá
repentinamente la muerte, como aparecen en el seno de la mujer los dolores del
parto, y nadie podrá huir. La- primera venida fué, pues, humilde y oculta, la
segunda misteriosa y llena de amor, la tercera será resplandeciente y terrible.
En su primer Advenimiento Cristo fué injustamente juzgado por los hombres; en
el segundo nos hace justos por la gracia; en el tercero juzgará en justicia a
todo lo criado: en el primer Advenimiento fué Cordero, en el último será León,
en el segundo Amigo rebosante de ternura".
Bendición
de la corona de Adviento en el hogar:
Señor
Dios
bendice con tu poder nuestra Corona de Adviento para que, al encenderla,
despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo
practicando las buenas obras, y para que así,
cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
bendice con tu poder nuestra Corona de Adviento para que, al encenderla,
despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo
practicando las buenas obras, y para que así,
cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
Fuego de Adviento
Autor : Edward Hays, Almanaque de un peregrino, p.
187
"Adviento, al igual que su primo la
Cuaresma, es un tiempo para la oración y la reforma de nuestro corazón. Ya que
viene en la época de invierno, el fuego es una señal de ajuste para ayudar
a celebrar el Adviento ... Si Cristo ha de venir más plenamente en nuestras
vidas en esta Navidad, si Dios llegar a ser realmente encarnado en
nosotros, entonces el fuego tiene que estar presente en nuestra oración.
nuestra adoración y la devoción se tienen que atizar el tipo de fuego en
nuestras almas para que realmente puedan cambiar nuestros corazones. Es una
gran responsabilidad de que nosotros no desperdiciemos este tiempo de
Adviento".
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